WASHINGTON.- Tras largas discusiones, el Presidente George Bush ordenó el miércoles a su equipo de política exterior que inicie conversaciones de seguridad con Corea del Norte, centradas en el programa misilístico de ese país y su despliegue de tropas cerca de la frontera con Corea del Sur.
Bush dijo que podría aliviar las sanciones si Corea del Norte "toma las medidas apropiadas".
"Nuestro enfoque ofrecerá a Corea del Norte la oportunidad de demostrar la firmeza de su deseo de mejorar las relaciones", indicó Bush en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.
El secretario de Estado Colin Powell informará al canciller surcoreano Han Seung-soo acerca de los planes estadounidenses en una reunión señalada para el jueves, dijo el funcionario que declinó ser identificado.
Desde el término del Gobierno del Presidente Bill Clinton no se han realizado negociaciones con Pyongyang.
Un elemento importante de la revisión política ha sido determinar la manera de verificar un acuerdo de control armamentista con Corea del Norte, en caso de que tal acuerdo se concrete.
Powell hablará con Han acerca de esa revisión en el almuerzo del jueves y le pedirá su opinión al respecto, dijeron los funcionarios.
Acerca de la revisión política, el vocero del Departamento de Estado Richard Boucher dijo que estaba "virtualmente completa".
Durante los últimos meses del Gobierno de Clinton, Estados Unidos y Corea del Norte lograron progresos significativos en la búsqueda de un acuerdo por el cual Pyongyang reduciría la fabricación y exportación de cohetes de largo alcance.
Powell ha sugerido que las negociaciones del Gobierno de Clinton se concentraban excesivamente en la cuestión de los cohetes y tendrían que ampliarse al "enorme" ejército del Norte, de un millón de hombres, emplazado en gran medida a lo largo de la Zona Desmilitarizada sobre el paralelo 38.
Tanto Seúl como los 37.000 soldados norteamericanos estacionados en Corea del Sur se encuentran al alcance de las armas del contingente militar del Norte.