ZAMBOANGA.- Las autoridades esperaban ansiosas un contacto con los extremistas filipinos el domingo -un combate o una llamada- mientras los rebeldes amenazaban con decapitar a tres cautivos norteamericanos.
Los rebeldes de Abu Sayyaf, que retienen a 13 rehenes, habían dicho el jueves que matarían a los norteamericanos en 72 horas, hacia la tarde del domingo.
Según el asesor de seguridad nacional Roilo Golez, el dirigente rebelde Abu Sabaya dijo a un negociador del gobierno que consumaría la amenaza el lunes si el gobierno no designaba a dos malayos para negociar su libertad.
Miles de soldados recorrían la isla austral de Basilan para vencer el plazo. Se estima que Abu Sayyaf tiene unos 1.100 combatientes en el sur de Filipinas.
"Tropas del este y del oeste realizan un movimiento de tenazas para asegurarnos que los encontremos lo antes posible y los aplastemos", dijo Golez. "No estamos dispuestos a hacerles concesiones".
Abu Sabaya ha exigido al gobierno filipino que designe como negociadores al ex legislador malayo Sairin Karno y al comerciante Yusof Hamdan. Los dos cumplieron esa función el año pasado cuando Abu Sayyaf liberó a rehenes extranjeros capturados en un centro vacacional malayo, aparentemente por un rescate de millones de dólares.
La presidenta Gloria Macapagal Arroyo reiteró el domingo su política de no pagar rescate.
"Si pagáramos rescate, ¿qué sucedería? Todo esto volverá a ocurrir y Abu Sayyaf estará en condiciones de modernizarse", dijo la mandataria.