TEHERAN.- El Presidente iraní Mohammad Jatami prometió "profundizar la democracia" luego de obtener el 77% de los votos para otro período de cuatro años, una abrumadora victoria que probablemente hará dudar a los islámicos intransigentes que se oponen a las reformas del mandatario.
Jatami recibió 21.656.476 votos de un total de 28.159.289, informó el sábado el Ministerio del Interior, con lo que logró exactamente el 76,9% de los votos.
"La necesidad del momento y del futuro, es estabilizar y profundizar la democracia y realizar los derechos del pueblo, de acuerdo con la religión", dijo Jatami tras su victoria, según la agencia oficial de noticias IRNA.
Los iraníes quedaron boquiabiertos ante la enormidad del triunfo de Jatami, y coincidieron en que los clérigos conservadores deben relajar su régimen islámico ultrarreligioso que impera en Irán.
Incluso los más fervientes simpatizantes de Jatami habían dudado que él pudiera superar el porcentaje electoral de 70% de votos que logró en las elecciones de hace cuatro años.
El economista conservador Ahmad Tavakoli, quien de los nueve candidatos se acercó más a Jatami, logró cerca de 16,5%. Los resultados finales deberán ser apoyados por el Consejo Guardián, dirigido por conservadores, que supervisa las votaciones.
En un mensaje dirigido a la nación, Jatami dio las gracias por el voto del pueblo.
"La magia de la democracia", señaló el encabezado del diario Mellat, cuyo personal se rebeló la semana pasada cuando los jefes editoriales apoyaron al rival de Jatami.
Pero Jatami enfrenta una gran batalla.
La economía iraní está pasando por malos momentos a pesar de sus abundantes recursos petroleros. Los inversionistas extranjeros están preocupados y el desempleo podría llegar a 30%. Las principales empresas están controladas por grupos exentos de impuestos, relacionados con los clérigos en el gobierno.
Las relaciones con Estados Unidos continúan tambaleantes tras 22 años de la Revolución Islámica. El gobierno del Presidente George W. Bush una extensión de por lo menos dos años de las sanciones que bloquean la inversión en la industria petrolera iraní.
Otro problema será que Jatami en realidad ejerce una limitada autoridad, pues bajo el estricto régimen islámico que impera en Irán, todas las decisiones son tomadas por las autoridades religiosas: el líder supremo ayatola Ali Jamenei y un grupo de teócratas seleccionado por él.
