FRIBURGO, Alemania.- Francia y Alemania aparcaron hoy sus diferencias sobre el futuro de la construcción europea y se centraron en buscar respuestas comunes para problemas actuales, como la defensa de los acuerdos de Kioto frente a EE.UU. o el de la ampliación europea tras el "no" de Irlanda al Tratado de Niza.
La septuagésimo-séptima cumbre franco-alemana, celebrada en Friburgo (cerca de la frontera francesa) en vísperas del primer encuentro entre el Presidente de EE.UU., George W. Bush, y sus aliados europeos, concluyó con el anuncio de que París y Berlín piensan liderar los esfuerzos europeos en defensa del protocolo de Kioto.
"Francia y Alemania se preocuparán de que el proceso de Kioto sigue y de que Europa se mantiene unida en esa cuestión, pues no hay ningún acuerdo susceptible de propiciar tantos resultados" como el citado compromiso sobre reducción de gases causantes del efecto invernadero, dijo el canciller alemán Gerhard Schroeder.
Aunque de forma menos explícita que EE.UU., el nuevo gobierno italiano ha expresado ciertas reservas al Protocolo de Kioto.
El Presidente francés, Jacques Chirac, en respuesta a la propuesta de Bush de promover estudios sobre el efecto invernadero en vez de seguir con el proceso de Kioto, recordó que la comunidad científica internacional ya ha sacado sus conclusiones al respecto.
Lo que hace falta ahora es "reducir las emisiones y fijar objetivos vinculantes y un control" del cumplimiento de los mismos, sobre todo por parte de "los países que son los mayores emisores", dijo Chirac, en referencia implícita a Estados Unidos.
Las reuniones que Bush celebrará con sus socios de la OTAN mañana, miércoles, en Bruselas, y con los de la Unión Europea (UE) el jueves en Gotemburgo (Suecia), servirán también, dijo Chirac, para "hablar con nuestros amigos y aliados americanos" sobre su proyecto de escudo de defensa de misiles balísticos.
Alemania y Francia no se han pronunciado definitivamente sobre el proyecto de EE.UU., pero proponen otras fórmulas para combatir el problema de la proliferación de misiles balísticos, como es una iniciativa para aplicar controles a las transferencias y exportaciones.
Según informó, por otra parte, el Primer Ministro francés, Lionel Jospin, Francia y Alemania presentarán posturas comunes en todos los asuntos que se tratarán en la cumbre de la UE en Gotemburgo, desde las perspectivas del desarrollo sostenido hasta las candidaturas para sedes de oficinas europeas, donde se apoyarán mutuamente.
Ampliación de la Unión Europea
Sobre la ampliación de la UE, ambas partes se declaran "desoladas" por el resultado negativo del referendo irlandés sobre el Tratado de Niza, que fija los términos de la ampliación de la Unión al Este de Europa.
Pero afirman que esto no debe obligar a una renegociación de los acuerdos tan difícilmente obtenidos y declaran su confianza en que la UE sabrá resolver el problema.
Jospin opinó que sería conveniente reflexionar sobre la lección del referendo irlandés: la necesidad de implicar más a la sociedad en el debate sobre el devenir de Europa y la de buscar fórmulas para evitar que los acuerdos sean tan vulnerables.
Esto, sin embargo, forma parte de una reflexión a largo plazo que no se ha querido entablar en Friburgo.
Tanto los tres dirigentes antes citados, como el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, han presentado sus respectivas ideas sobre la finalidad de la integración europea, que difieren entre sí en algunos puntos esenciales, como la oportunidad de dotar a la Unión de estructuras federales.
Pero tanto Schroeder como sus invitados galos insistieron en que estas posiciones suyas son sólo contribuciones a un debate que no hace más que empezar y no quisieron comentar sus desacuerdos.
La proximidad de la reunión de la OTAN, de la cena entre Bush y los líderes de la UE y de la cumbre europea, además de las consecuencias del "no de Irlanda", la situación en Oriente Medio y en Macedonia, hicieron que los líderes tuvieran muchos asuntos de actualidad que tratar.
Chirac fue preguntado sobre si estaba a favor de una intervención de la OTAN en Macedonia, pero se negó a especular "públicamente" sobre esa cuestión que, dijo, "no es de actualidad", aunque reconoció que todos están "muy inquietos y quieren impedir que la situación degenere".
Entre los otros temas tratados destacan la reafirmación de los compromisos de adquirir aviones de transporte militar A400M, estudiar una red de tren de alta velocidad de Alemania al Mediterráneo (tal vez hasta Barcelona o Valencia) y luchar contra el racismo.
También acordaron la promoción del alemán y el francés entre los estudiantes de ambos países, que suelen preferir el inglés o el español.