QUITO.- El número de muertos y desaparecidos debido a lluvias torrenciales había aumentado el miércoles, de acuerdo con informes oficiales, mientras resultaba casi imposible el rescate de los cadáveres de 36 personas que fueron sepultadas ayer por un deslizamiento de tierra.
Ricardo Avendaño, director de la Defensa Civil, dijo a la agencia AP que la cifra de 41 muertos conocida hasta el martes ha aumentado al menos a 48, incluyendo las víctimas del deslizamiento, y a gente ahogada en ríos desbordados.
En cuanto a los desaparecidos, de unos 20 informados hasta la víspera, se dio cuenta de al menos otros 10 casos de personas arrastradas por ríos correntosos en las provincias de Napo y Chimborazo, en el centro del país, y Zamora Chinchipe, en el sur.
El mayor número de víctimas lo causó un deslizamiento de barro y rocas que el martes sepultó a 36 personas que buscaron refugio en una choza, cerca de una carretera que bordea la ladera de una montaña en la zona de Papallacta, 45 kilómetros al este de Quito.
"Las personas que están sin vida, en la choza arrasada por el deslave, están debajo de una gran roca", dijo Cristian Rivera, vocero de prensa de la Cruz Roja.
Explicó que solamente se han rescatado tres cadáveres porque la zona es de difícil acceso, con la tierra saturada de agua, y los socorristas deben trabajar con el barro hasta la cintura. Maquinarias, como retroexcavadoras y palas mecánicas, no pueden llegar al lugar, dijo Rivera.
"Hoy día (miércoles) será imposible sacar a los cadáveres que están debajo de la gran roca. Desde el borde de la carretera, debajo del barro y de la roca se pueden observar los cuerpos de seis personas sepultadas. También se ven manos, piernas", señaló.
Rivera dijo que se ha instalado un campamento de emergencia a unos dos kilómetros del sitio del deslizamiento, en la zona de El Guango, para atender a las personas que viven en zonas con peligro de nuevos deslaves. La carretera está bloqueada en al menos 17 sitios a lo largo de 47 kilómetros, según la Cruz Roja.
En los últimos cuatro días ha estado lloviendo torrencialmente en el oriente del país, desde la frontera con Colombia, por el norte, hasta la frontera con Perú, por el sur, sobre aproximadamente un tercio del territorio nacional.
El miércoles continuaba lloviendo, pero amainando en algunas zonas, de acuerdo con informes meteorológicos.
Las lluvias han causado un aumento del nivel de algunos ríos hasta cinco metros sobre sus cursos normales, lo que también ha causado la destrucción de una docena de puentes, en su mayoría con estructura de madera. Decenas de localidades cruzadas por los ríos se encuentran aisladas.
Las aguas del río Pastaza se vieron contaminadas por la caída de ceniza lanzada por el volcán Tungurahua, en el centro-sur del país. El volcán, 125 kilómetros al sureste de Quito, ha estado en inminente erupción desde hace casi dos años.
La gran intensidad de las lluvias ha causado derrumbes y deslizamientos de tierra. Algunas autoridades regionales y pobladores han pedido al gobierno que se declare a las provincias afectadas en estado de emergencia.
