BUENOS AIRES.- La policía argentina reprimió con palos este miércoles a trabajadores de Aerolíneas Argentinas que protestaban frente a un hotel, mientras un amplio operativo de seguridad obligaba a los viajeros a caminar hasta tres kilómetros para poder embarcar en un aeropuerto internacional.
La represión ocurrió cuando un centenar de empleados de la empresa intentaron impedir la salida de un bus llevando pasajeros hacia el aeropuerto internacional de Ezeiza. Los manifestantes, enarbolando banderas argentinas, fueron golpeados por los efectivos de seguridad, según imágenes de televisión.
Los férreos controles aplicados desde temprano en una ruta que lleva a Ezeiza, 30 kilómetros al sudoeste, fueron decididos para evitar que los trabajadores en conflicto pudieran llegar hasta la estación aérea como ocurrió el martes para intentar impedir la salida de vuelos internacionales.
Pero el control alcanzó también a los pasajeros que, una vez revisados en dos retenes, tenían que dejar los transportes y dirigirse caminando por la carretera hasta la terminal, distante tres kilómetros.
La policía, incluso, impidió el paso de legisladores que habían intentado llevar apoyo a los reclamos de los empleados que protestan por el posible cierre de la empresa, controlada por un consorcio español.
Un vuelo de Iberia salió con demoras a mediodía pero con pocos pasajeros. Un centenar de trabajadores, que logró llegar al aeropuerto, se agolpó en la noche del miércoles frente a los mostradores de Iberia para intentar evitar el embarque de los viajeros.
Los efectivos de seguridad forcejearon en varias ocasiones con los manifestantes que entonaron la canción patria y lanzaron duras consignas contra la policía. La autopista que conduce al aeropuerto fue cortada por más de 1.000 manifestantes cuando fueron impedidos de seguir avanzando hacia el aeropuerto, produciéndose un caos en el tránsito.
Los dirigentes sindicales dijeron que permanecerían en la ruta hasta por lo menos el jueves a la espera de ser recibidos por autoridades del gobierno.