GOTEBORG.- El presidente de Estados Unidos George W. Bush, y los líderes de la Unión Europea (UE) no lograron superar sus diferencias sobre el problema del calentamiento global durante la cumbre de un día realizada hoy, pero acordaron permanecer unidos en relación con los Balcanes y encontrar un punto de vista más cercano sobre comercio mundial.
Bush habló sobre asuntos transatlánticos con el primer ministro sueco, Goran Persson, cuyo país ocupa actualmente la presidencia rotatoria de la UE, y con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, en una casa solariega de las afueras de Goteborg, la segunda ciudad más grande de Suecia.
Durante una conferencia de prensa conjunta ofrecida después del encuentro, Persson dijo a los reporteros que la UE y Estados Unidos "acordaron estar en desacuerdo" sobre el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático rechazado por la nueva administración norteamericana.
Al mismo tiempo, Bush reiteró su oposición al protocolo de 1997 que limita la contaminación ambiental y lo describió como desequilibrado y poco realista, aunque señaló que "esto no significa que no podamos trabajar juntos o que no vayamos a trabajar juntos para la reducción de los gases generadores del efecto de invernadero".
Bush, quien tomó posesión en enero, también enfatizó su compromiso con permanecer con las operaciones de paz de la OTAN en los Balcanes, lo cual tranquilizó un poco a los europeos quienes temen que los soldados norteamericanos puedan retirarse de sitios en situación crítica del continente.
Por otra parte, los manifestantes en el centro de Goteborg lanzaron adoquines y botellas contra la policía, la cual rodeó la escuela en la que los activistas se habían reunido para un día de manifestaciones contra la globalización y las políticas norteamericanas.
Bush llegó aquí hoy después de asistir el miércoles a la reunión informal de la OTAN en Bruselas. El viernes por la mañana abandonará esta ciudad portuaria sueca para viajar a Polonia.