BUENOS AIRES.- El gobierno argentino dijo el viernes que el Estado español le manifestó que quiere desprenderse de su participación de control en Aerolíneas Argentinas.
"España no tiene ninguna intención de liquidar o quebrar la compañía. No quieren seguir operándola y consideran el 'Plan Director' como el medio idóneo para poner a la empresa en orden previamente a su venta", dijo a periodistas el ministro de Infraestructura, Carlos Bastos.
Bastos se reunió el jueves con el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y otros funcionarios para discutir el futuro de la aerolínea, que pasa una severa crisis financiera.
Un 92 por ciento de Aerolíneas está en manos del grupo estatal español Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El Estado argentino conserva una participación menor en Aerolíneas.
La propuesta de reestructuración de SEPI para Aerolíneas, llamada Plan Director, incluye cambios en las condiciones de trabajo de sus 6.766 empleados, y no pudo ser aplicado por la resistencia de unos de los siete sindicatos de la compañía.
El titular de la SEPI, Pedro Ferreras, dijo el viernes que el grupo español instará a Aerolíneas a pedir ante la Justicia argentina una protección legal contra quiebras.
La compañía acumula una deuda estimada en 900 millones de dólares, y registra pérdidas mensuales de 20 a 30 millones de dólares.
Empleados de Aerolíneas Argentinas apoyan decisión de España
La decisión del Estado español de instar a Aerolíneas Argentinas, a la que controla, a que solicite a la Justicia la protección contra quiebras fue bienvenida por los trabajadores de la compañía, que ven la medida como una esperanza para evitar su cierre.
"El panorama más que negro que se nos planteaba (...) de la desaparición de la empresa, de la quiebra, se reconvirtió en una pequeña luz de esperanza", dijo a una radio Ariel Basteiro, secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), el más grande de los siete sindicatos que agrupan a los empleados de Aerolíneas.
El presidente del grupo estatal español Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Pedro Ferreras, dijo al viernes a periodistas que Aerolíneas discutirá en su reunión de directorioel próximo jueves que se presente a la Justicia argentina la protección contra quiebras.
Este procedimiento implica que la empresa deberá sentarse a negociar con sus acreedores una refinanciación de las deudas durante un lapso en que estos no podrán pedirle la quiebra.
"Con respecto a la quiebra, por supuesto que (la protección) es una instancia menos mala. Una quiebra no es deseada por nadie", explicó Ricardo Cirielli, secretario general de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA).
Aerolíneas Argentinas acumula una deuda estimada en 900 millones de dólares, y regisra pérdidas mensuales de entre 20 y 30 millones.
APTA fue el único de los gremios que agrupan a los 6.766 empleados de Aerolíneas que se opuso al plan de reestructuración de la SEPI (llamado Plan Director) y que incluye una capitalización de 350 millones a cambio de recortes salariales y una extensión de la jornada laboral.
La negativa del sindicato hizo inviable la iniciativa, lo que dejó al borde de la quiebra a la empresa, que desde la semana pasada debió suspender sus vuelos a ocho destinos internacionales.
En protesta por la crisis que atraviesa la compañía, los trabajadores de Aerolíneas mantienen desde hace semanas un plan de lucha que incluye el boicot al embarque de pasajeros en los vuelos de la española Iberia.
Este viernes vence el plazo legal que le dio el gobierno argentino a Aerolíneas para que vuelva a volar a los destinos cancelados, bajo amenaza de ceder estas rutas a otras empresas.
"Si no acatan las intimaciones del gobierno de reanudar los vuelos, los vuelos de Iberia van a seguir sin salir lamentablemente", dijo a una radio Edgardo Llano, delegado de APA.
