BOGOTA.- La segunda fase del intercambio humanitario de al menos 38 militares colombianos enfermos, en poder de la guerrilla marxista de las FARC, por 15 rebeldes en prisión también enfermos, se inició este viernes con el traslado de 29 de los uniformados a la zona del sur del país bajo el control del grupo insurgente, mostraron imágenes de telenoticieros.
El grupo de 29 policías y militares fue concentrado por los insurgentes en uno de los campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la zona desmilitarizada de 42.000 km2 que ocupan los rebeldes y donde se llevan a cabo las tratativas de paz con el Gobierno.
Los uniformados, que fueron llevados a ese territorio procedentes de distintos lugares del país donde permanecieron desde que fueron capturados en combates por las FARC, hicieron declaraciones a los telenoticieron RCN y Caracol. "Nos trataron bien dentro de las limitaciones de la selva. Estamos muy contentos, porque vamos a recobrar la libertad, pero también tristes por los compañeros que se quedaron en la selva", declaró el agente de la Policía, Ricardo Galaraga, quien permaneció en poder de las FARC durante más de tres años.
"Agradecemos al pueblo colombiano, a nuestras mujeres que fueron 'berracas' (tenacidad), y a los periodistas que también nos ayudaron", agregó el uniformado, que lucía físicamente bien, auque aseguró sufrir de paludismo y dolencias intestinales.
Para Galaraga, casado y padre de tres niñas, lo más difícil de los más de tres años de cautiverio que debió soportar, fue el haber estado alejado de su familia y no poder disfrutar de la libertad, "porque el hombre nació para estar libre", destacó.
Otro de los uniformados, que no se identificó, dijo que el cautiverio le sirvió para valorar el tiempo, "aquí uno aprende que el tiempo no se debe perder, que afuera (en libertad) uno debe aprovecharlo. En tanto, el comandante guerrillero Germán Briceño ("Granobles"), responsable del grupo de 29 uniformados, al despedirlos dijo ante las cámaras que se sentía satisfecho por entregarlos "con vida". "Que disfruten la libertad porque todos somos colombianos y lo que tenemos que buscar es la paz y no la guerra, que no nos matemos entre colombianos", agregó, para asegurar finalmente que "no les tenemos odio. El culpable es el sistema capitalista, más no ustedes, nosotros somos hermanos".
Aunque el Gobierno del Presidente Andrés Pastrana y las FARC se abstuvieron de dar mayores detalles respecto a la operación del intercambio de los uniformados por los insurgentes, la concentración de este primer grupo en la zona desmilitarizada hace preveer que se producirá posiblemente este sábado.
El inminente intercambio de los 38 uniformados por los 15 guerrilleros de las FARC se constituye en la segunda fase del acuerdo suscrito para tal fin el pasado 2 de junio entre el gobierno y las FARC, la guerrilla más antigua y poderosa militarmete del país con 16.500 combatientes.
Ya el pasado 5 de junio las FARC habían dejado en libertad a un coronel de la Policía, en delicado estado de salud, y atres uniformados más. El acuerdo humanitario -como lo han denominado las dos partes- y al que se opuso públicamente el comandante del Ejército, general Jorge Mora, por considerar que minaría la moral de la tropa, fue pactado tras un año de negociaciones y al margen de las tratativas de paz propiamente dichas que cumplen ya casi dos años y medio.
El convenio establece además que en un plazo no mayor de quince días, después de ocurrido el intercambio de un total de 42 militares y policías enfermos por los 15 guerrilleros presos en iguales condiciones de salud, las FARC dejarán en libertad unilateralmente a por lo menos otros 100 uniformados que no tienen problemas de salud.
Se estima que las FARC tienen en su poder a cerca de 500 miembros de las fuerzas armadas que han capturado en combates desde 1998.