SKOPJE, Macedonia.- Las fuerzas macedonias continuaron el sábado sus ataques contra las posiciones de los rebeldes de las etnias albanesas en las afueras de la capital, ignorando las peticiones de occidente para detener los enfrentamientos y enfocarse en una solución política.
El alto enviado de la Unión Europea (UE), Javier Solana, voló a Skopje por segunda vez en dos días y se reunió con los líderes políticos de Macedonia, en busca de restaurar la tregua rota y de reanudar las negociaciones.
"Nuestro objetivo es siempre que el diálogo político continúe y lograr la estabilización del país", dijo Solana.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Lord Robertson, consideró que la reanudación de las hostilidades es "completamente insensata", y exhortó a los líderes políticos para que "sean serios" en el establecimiento de un acuerdo.
"Los nuevos brotes de violencia, desde cualquier lado, representan una locura en este momento delicado", dijo Robertson en un comunicado.
La OTAN ha ofrecido el envío de tropas que ayuden a desarmar a los rebeldes una vez que sea alcanzado un acuerdo de paz, pero Robertson destacó que la alianza no se involucrará en supervisar ninguna división del país. "Ello sería un programa para el desastre", opinó.
El gobierno rompió el viernes un cese al fuego de 11 días, con una dura ofensiva contra las posiciones rebeldes al norte de la capital. El combate era menos intenso el sábado, pero las tropas continuaron disparando morteros y cohetes contra su objetivo principal de Aracinovo, un suburbio de Skopje tomado por los rebeldes a principios de este mes.
Cinco policías resultaron heridos en una emboscada rebelde en la comunidad de Rasce, a unos 15 kilómetros de Skopje, según fuentes policiales que solicitaron permanecer anónimas. Rasce está cerca de la fuente de agua potable de la capital.
La televisión oficial de Macedonia informó también que los rebeldes abrieron fuego de ametralladoras contra un tren de pasajeros, afuera de Skopje. Nadie resultó herido.
El presidente Boris Trajkovski afirmó el viernes que la ofensiva del gobierno buscaba proteger los "centros vitales de la capital y las comunicaciones" empleadas por la OTAN y la fuerza de paz encabezada por ésta en la vecina Kosovo.
No hubo conversaciones el viernes debido a los combates en Aracinovo, pero los funcionarios del gabinete dijeron que todavía confían en la reanudación de las negociaciones.