YAKARTA.- Bandas de jóvenes malayos armados con cuchillos atacaron el domingo un campo de refugiados en Borneo y quemaron cientos de endebles chozas, dijeron testigos y la policía.
Las autoridades no dieron a conocer de inmediato informes sobre muertos o heridos graves en Pontianak, capital provincial de Kalimantan Occidental, unos 700 kilómetros al norte de Yakarta.
La violencia estalló el sábado a raíz del asesinato de un niño durante un intento de robo cerca del campo, dijo un policía que habló a condición de permanecer en el anonimato. El funcionario rehusó dar más detalles.
Las bandas de jóvenes pertenecientes a la etnia malaya incendiaron luego las casuchas, hogar de unos 8.000 refugiados, quienes habían huido de disturbios anteriores en otras partes de la isla.
Espantosos enfrentamientos entre tribus indígenas y colonos, principalmente procedentes de la isla de Madura, han asolado periódicamente la región.
En febrero, miembros de la etnia Dayak asesinaron por lo menos a 500 inmigrantes, casi todos de Madura, y a sus descendientes, en Kalimantan central. Muchas de las víctimas fueron descuartizadas.
Aquellos episodios violentos, que obligaron a unas 70.000 personas a salir de la isla, ocurrieron cuando el presidente indonesio Abdurrahman Wahid realizaba una gira en el extranjero.
Entonces, Wahid acusó a enemigos no definidos como responsables del derramamiento de sangre y los acusó de querer avergonzarlo ante sus anfitriones en el exterior.
La noche del domingo, Wahid tiene programado salir durante cinco días para visitar Australia, Nueva Zelanda y Filipinas.
Por otra parte, cuatro personas, incluidos dos rebeldes separatistas, fueron halladas muertas el sábado en diferentes puntos de la provincia de Aceh, informaron funcionarios militares. Todos murieron por heridas de bala.
Los rebeldes en Aceh han luchado desde 1975 por la independencia de su provincia, alejada unos 1.770 kilómetros de Yakarta. Por lo menos 800 personas murieron este año.