AEROPUERTO DE CHAIKA.- El papa Juan Pablo II manifestó este domingo su deseo de que católicos y ortodoxos recuperen la unidad del primer milenio, antes del cisma de Oriente, durante una misa oficiada en el aeropuerto ucraniano de Chaika, cercano a Kiev.
Se trata de su primera misa en esta ex república soviética desde su llegada a Ucrania el sábado para una visita de cinco días.
El sumo pontífice mencionó durante la homilía el fin del primer milenio, cuando "respetando sus diferentes tradiciones recíprocas, la Iglesia de Constantinopla y la de Roma estaban aún en plena comunión".
"Mencionamos este momento, dijo, con el deseo de que podamos recobrar esta situación de comunión en la que la diferencia de las tradiciones no impedía la unidad de la fe".
Por su parte, este domingo un responsable de la Iglesia ortodoxa rusa dijo a la AFP que las disculpas que el papa Juan Pablo II pidió a los cristianos ortodoxos de Ucrania por los "errores" cometidos por los católicos son una "buena señal" para las relaciones futuras.
"Vemos estas disculpas como una buena señal, pero deben ser seguidas de un intento de abrir un diálogo abierto y honesto con nosotros", dijo Arseny Sokolov, un portavoz de la Iglesia ortodoxa rusa responsable de las relaciones con la Iglesia católica.
Varias decenas de miles de fieles, entre ellos numerosos peregrinos llegados de ex repúblicas soviéticas y de países de Europa del este, así como de Canadá y Estados Unidos, se habían congregado en un llano delante del altar, pese al viento y a una lluvia intermitente, para asistir a la misa, concelebrada por el papa en ucraniano.
Los peregrinos acogieron al Sumo Pontífice con gritos de alegría y cánticos religiosos compuestos en su honor.
Durante unos quince minutos, el papa atravesó el aeropuerto a bordo de su papamóvil para bendecir a los fieles.
Vestido con una casulla dorada, Juan Pablo II ofició la misa delante de un altar instalado sobre un enorme estrado en forma de barco, simbolizando la iglesia cristiana, decorado con flores amarillas y blancas, los colores del Vaticano.
Unos quince cardenales, trescientos obispos y centenares de sacerdotes católicos, con casullas blancas y amarillas, concelebraron la misa con el papa.
Por su parte, el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, dijo este domingo en Kiev que al visitar Ucrania, Juan Pablo II "ve cumplido un viejo sueño que tiene desde incluso antes de convertirse en Papa".
"Se trata de una reunión con los católicos orientales de un país cuya historia conoce bien y cuya lengua comprende. Kiev es la cuna del cristianismo en Europa oriental", añadió Navarro Valls.
El lunes por la mañana, el Papa rezará al pie del monumento por los judíos víctimas de los nazis en Babi Yar (''el rabino de los campesinos'') en el lugar en que 120.000 personas, en su mayoría judíos, fueron asesinados y enterrados en 1941. Este gesto, que no estaba previsto en el programa oficial de la visita, difundido hace un mes, fue decidido a última hora a petición del Papa.
Luego acudirá al aeropuerto Chayka, en la periferia oeste de Kiev, para celebrar una liturgia de acuerdo con el rito bizantino a la que asistirán unas 400.000 personas, según los organizadores. Tras el oficio, por la tarde, abandonará Kiev para ir a Lvov.
El martes, celebrará a las 06H00 GMT una misa con beatificaciones en el hipódromo de la ciudad y a las 10H00 GMT desayunará con religiosos en el seminario de San José en Byukhovychi. Por la tarde se reunirá con jóvenes en la explanada de Syjiv.
El miércoles 27 de junio, el Sumo pontífice presidirá en el hipódromo una liturgia en rito bizantino con nuevas beatificaciones, a la que se espera asistan un millón de fieles. Luego volverá a Roma.
El viaje a Ucrania -el país número 126 que visita en 23 años de pontificado- es el 94º viaje del Papa fuera de Italia, el 50º en Europa y el 231º desde su ascensión al pontificado en 1978.
Según las escrupulosas estadísticas del Vaticano, el Papa ha recorrido más de tres veces la distancia entre la Tierra y la Luna, ha dado 29 veces la vuelta al globo terrestre. Ha estado ausente del Vaticano 907 días 14 horas y 05 minutos, de los cuales 543 días 11 horas y 10 minutos fuera de Italia.
Casi todos los católicos en el mundo, que ascienden a un millardo, lo han recibido en sus países, aunque todavía no ha podido visitar el país más poblado del mundo, China, ni cumplir su sueño de ir a Rusia.