SKOPJE, Macedonia.- El enviado de la Unión Europea a Macedonia, Javier Solana, confirmó este domingo un cese al fuego en un poblado ocupado por la guerrilla de etnia albanesa que el ejército macedonio bombardeó durante tres días.
"Hay un alto al fuego que espero que se extienda al resto del país", dijo Solana a los periodistas en Skopje tras un fin de semana de conversaciones con políticos de ambas partes en Macedonia. "Ahora debe continuar el diálogo político".
Una fuente diplomática dijo que el cese al fuego fue confirmado alrededor de las 12.00 GMT y que los controles internacionales supervisarán la implementación de una zona desmilitarizada. La fuente agregó que la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa y la Misión de Supervisión de la Unión Europea ingresarán al poblado, seguidas de un grupo de diplomáticos.
El acuerdo para detener el asalto se logró con la ayuda de políticos albaneses que aceptaron moderar sus exigencias -a las cuales se responsabiliza de dificultar las gestiones de paz- si se reanudan las negociaciones para persuadir a los rebeldes que depongan sus armas, dijo la fuente.
Varios periodistas de Reuters que se encontraban cerca del poblado de Aracinovo, donde las fuerzas macedonias irrumpieron a pesar de llamamientos de Occidente para que se detuvieran los enfrentamientos, confirmaron que los ataques comenzaron a disminuir después de las 11.30 GMT, cuando el ejército suspendió el lanzamiento de sus cohetes Katyusha.
Fuentes gubernamentales dijeron que las fuerzas de seguridad habían detenido su ofensiva por lo que consideraron un período no específico a fin de "permitir que los terroristas abandonen Aracinovo o se rindan". El portavoz del Gobierno, Antonio Milosovski, dijo a la televisión de Macedonia que los rebeldes en Aracinovo ya habían "izado la bandera blanca", aunque un hombre contactado por teléfono en el poblado negó que éste fuera el caso.
"No es verdad", respondió el hombre, quien sólo dijo que se llamaba Xemia. "Hay muchos heridos, pero solamente tomarán Aracinovo cuando todos nosotros estemos muertos", sentenció.
Las fuerzas macedonias comenzaron el viernes su ataque, rompiendo un alto al fuego de 11 días, en un arriesgado intento por obligar a los líderes de etnia albanesa a abandonar sus exigencias para efectuar cambios constituciionales que la mayoría de los diplomáticos considera sumamente radicales.
Los rebeldes, quienes alegan luchar para lograr más derechos para la minoría albanesa, tomaron el control de una serie de poblados en las colinas norteñas de Macedonia desde que emergieron en febrero.
