VIEQUES, Puerto Rico.- La Armada estadounidense reanudó este lunes su segunda y última semana de bombardeos a la isla puertorriqueña de Vieques, mientras los "escudos humanos" que buscan entorpecer las maniobras continúan entrando al polígono de tiro sin que se les haya podido detener.
Más de medio centenar de personas han sido arrestadas desde que se reanudaron los bombardeos en Vieques el pasado lunes (la segunda ronda en menos de un mes), y seis personas integran el grupo más reciente que se unió a la campaña de desobediencia civil, entre ellas un anciano de 73 años.
El último grupo entró al polígono de tiro a primeras horas de la tarde, tras abrir un hueco en la verja del Campamento naval García, donde se realizan los bombardeos, y fue detenido por los militares estadounidenses inmediatamente. La incursión ocurrió a las 9.10 GMT e incluyó a un anciano, dos estudiantes universitarios, una abogada, una escritora y un desempleado.
"Me siento muy satisfecho y preparado para todo", dijo el anciano Ismael Flores, poco antes de ser esposado delante de los periodistas. Inmediatamente, llegaron los policías militares, quienes les hicieron las advertencias de rigor y los arrestaron.
Los militares, como es rutina, los hicieron caminar varios metros hasta llegar a una colina donde los fotografiaron y filmaron en vídeos mientras estaban esposados y sentados en el suelo. Luego fueron recogidos por un vehículo militar que los llevaría hasta donde deberían ser procesados, primero en el campamento y luego en la base naval "Roosevelt Roads" del costero pueblo de Ceiba, desde donde se coordinan los entrenamientos.
Los portavoces del Comité pro Rescate y Desarrollo de Vieques, desde donde se coordinan las incursiones, reiteraron que la campaña de desobediencia civil continuará mientras la Marina continúe los bombardeos. "No cesaremos nuestros esfuerzos para entorpecer y paralizar el bombardeo, porque es nuestro deber como ciudadanos de esta comunidad bajo asedio de la Marina", dijo Nilda medina, una de las portavoces.
De hecho, las incursiones han paralizado o retrasado los bombardeos en más de una ocasión, pues la Armada debe certificar que el campo de tiro está libre de seres humanos antes de enviar a sus aviones a hacer las maniobras. La semana pasada oficiales militares tuvieron que abortar una misión de entrenamiento justo antes de lanzar bombas en el polígono, pues dos personas salieron de su escondite y se paseaban por la zona restringida.
En tanto, otro de los líderes de los activistas, el viequense Ismael Guadalupe, rechazó que las penas impuestas por los tribunales estadounidenses a los "escudos humanos" los desanime. "El que después de dos años gente venga y se anote en las listas (para penetrar el polígono), y la lista es larga, es tan larga que nos podemos dar el lujo de ser selectivos y escoger los que van a entrar ahora y los que no, eso es una muestra de la determinación de este pueblo", expresó el viequense.
Se declaró partidario de que no entren grandes grupos de desobedientes porque "agotarían los recursos y sólo hace falta uno para detener los bombardeos".
Las más recientes maniobras de la Marina se iniciaron el pasado 13 de mayo y hasta el momento se han capturado 53 desobedientes civiles. Durante los pasados ejercicios bélicos, entre mayo y junio, se arrestaron a más de 145 personas por actos de desobediencia civil y las maniobras duraron unos cinco días.
Poco más de 40 personas han sido condenadas a cárcel por los tribunales estadounidenses, por entrar reiteradamente al polígono, y han recibido sentencias de hasta cuatro meses de cárcel