BRASILIA.- Organizaciones sociales y partidos de oposición esperan congregar millares de personas en la capital brasileña para exigir al gobierno la investigación de denuncias de corrupción y protestar por la política de racionamiento energético.
Sindicatos, campesinos y partidos de izquierda llegarán el miércoles en autobuses desde todo el país, en lo que se espera que sea la manifestación más grande del año en Brasilia en rechazo al Presidente Fernando Henrique Cardoso.
"Esperamos tener por lo menos 100.000 personas en Brasilia para exigirle al gobierno la investigación de ese mar de barro que envuelve el Palacio de Planalto (sede de la presidencia) y el gobierno", declaró Waldir Mineradeski, dirigente del Movimiento de los Sin Tierra (MST) en el estado de Goias.
Cardoso se empeñó en evitar que la oposición izquierdista del Congreso investigara una oleada de denuncias de corrupción en el gobierno, desde el desvío de fondos públicos hasta la compra de votos para la reelección del presidente en 1998.
Una fuente del opositor Partido de los Trabajadores (PT) comentó que con la marcha esperan generar presión entre los parlamentarios para revivir los planes de investigar las denuncias de corrupción.
Durante la protesta estarán los principales dirigentes del partido, incluido el ex candidato presidencial Luiz Inacio Lula da Silva, quien aparece en las encuestas como favorito para suceder a Cardoso en las elecciones del 2002.
Al mismo tiempo, los manifestantes quieren expresar su rechazo al gobierno por su política económica, a la que culpan del racionamiento eléctrico que enfrenta la población desde este mes.
"Queremos decirle a Fernando Henrique (Cardoso) que el modelo económico que está aplicando es responsable por la situación de miseria, desempleo y crisis de energía que estamos viviendo", afirmó el dirigente del MST.
"El pueblo brasileño no se va a cruzar de brazos y seguir siendo víctima de este modelo, vamos a usar un recurso democrático que es protestar", agregó.
El gobierno atribuyó la crisis energética a la falta de lluvias en los últimos cinco años, pero expertos han apuntado también la falta de inversiones en proyectos de generación eléctrica.
Un documento reciente del PT acusó al gobierno de negarse a invertir en generación eléctrica para cumplir con su meta de superávit fiscal pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a cambio de un paquete de ayuda por 41.500 millones de dólares.