JERUSALEN.- Israel se vio conmocionado el martes por la publicación de fotografías de un palestino, que se hizo tristemente célebre hace ocho meses cuando alzó sus manos ensangrentadas durante el linchamiento de dos soldados israelíes.
ziz Salha apareció en una fotografía impactante publicada por los periódicos de todo el mundo hace ocho meses, cuando sacaba sus manos ensangrentadas de una ventana, como una evidencia de que dos soldados israelíes habían sido linchados por una turba.
En una pose casi idéntica, Salha, de 20 años, ocupó el martes las primeras planas de los diarios israelíes. Pero esta vez, sus manos levantadas estaban esposadas.
El servicio de seguridad Shin Bet de Israel divulgó la imagen y aparentemente forzó a Salha a asumir la pose, para transmitir el mensaje de que Israel será implacable en llevar a justicia a quienes ataquen a sus ciudadanos.
El 12 de octubre del 2000, dentro de una estación policial en la ciudad cisjordana de Ramala, dos soldados reservistas de Israel fueron asesinados a golpes y puñaladas por centenares de palestinos.
En un momento, un palestino se asomó por la ventana del segundo piso de la estación y mostró en alto sus manos teñidas de sangre, como una señal de triunfo hacia la turba enardecida que observaba desde abajo.
La imagen horrorizó a los israelíes y varios la consideraron como el punto que los llevó a concluir que no era posible un acuerdo de paz para Oriente Medio.
Israel prometió buscar a todos los palestinos involucrados y ha arrestado a 15 sospechosos. Anunció el lunes el arresto de Salha, e informó que el sospechoso confesó ser el hombre con las manos ensangrentadas.
Salha dijo durante los interrogatorios que estranguló a uno de los soldados y lo sujetó mientras otras personas lo golpeaban, según la oficina del primer ministro Ariel Sharon.
Dos diarios de gran circulación en Israel, Yediot Ahronot y Maariv, publicaron la foto original de las manos ensangrentadas y la del sospechoso, una al lado de otra, en sus primeras planas del martes.
En Washington, Sharon exigió que el líder palestino Yaser Arafat controle a los militantes y ponga fin a los ataques contra los israelíes.