BELGRADO.- El ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic se negó a recibir hoy el acta de demanda de extradición del Tribunal de La Haya de crímenes de guerra que intentó entregarle el juez de instrucción, Goran Cavlin.
Uno de sus once abogados defensores, Zdenko Tomanovic, declaró a los periodistas que su cliente exige la sustitución del juez de instrucción, del presidente del juzgado de Belgrado y del fiscal, lo que algunos comentaristas consideran una táctica dilatoria de la defensa.
Tomanovic explicó que su cliente no aceptó recibir el acta de demanda de extradición antes de que se satisfaga la petición de sus defensores de que se sustituyan por otros esos jueces y el fiscal.
"Milosevic sigue sin creer que será extraditado porque tiene confianza en la Constitución de este país", declaró hoy Veselin Cerovic, otro de sus abogados.
El ex presidente está en prisión preventiva desde el pasado 1 de abril por algo que nada tiene que ver con el Tribunal de La Haya, ya que se le instruye una causa por supuesto abuso de poder y malversación.
Su abogado principal, Toma Fila, dijo a los periodistas que no pierdan el tiempo haciendo guardia a la puerta de la cárcel de Belgrado, ya que el desenlace se producirá a partir de que el Tribunal Constitucional se pronuncie al mediodía del jueves.
El abogado Cerovic había comentado que Milosevic podría ser entregado al Tribunal Penal Internacional para Yugoslavia (TPIY) de La Haya este mismo viernes, antes de los 10 días mínimos que había predicho el vicepresidente serbio, Nebojsa Covic.
El juez de instrucción pidió a Milosevic que designe a uno de sus abogados para tratar del proceso de extradición al TPIY.
Según Cerovic, la última esperanza de Milosevic es el Tribunal Constitucional, que puede declarar nulo el decreto emitido el sábado pasado por nueve de los dieciséis ministros yugoslavos para comenzar el proceso legal de extradición.
El decreto fue dictado después de que fracasara el intento del Gobierno de que el Parlamento aprobara una enmienda a la Constitución, que prohíbe la entrega de ciudadanos yugoslavos a tribunales extranjeros, debido a la oposición del Partido Socialista Popular de Montenegro.
Aunque Milosevic se haya negado a recibir la notificación de su proceso de extradición, el mecanismo para llevarlo a cabo ya ha empezado, y un consejo de tres magistrados estudia su caso, antes de que se pronuncie el Tribunal Constitucional.
Si esos jueces decidieran que procede la extradición, se puede asignar a Milosevic un "plazo de apelación restringido a 3 días", tras lo cual el Tribunal Supremo puede fallar por procedimiento de urgencia inmediatamente, el mismo viernes, según Cerovic.
El TPIY busca a Milosevic por los crímenes que habrían cometido sus tropas entre 1998 y 1999 contra la población civil albanesa de Kosovo en las campañas punitivas contra los separatistas.