MOSCU.- El Kremlin desafió este miércoles al escudo antimisiles de Estados Unidos con el lanzamiento de un cohete balístico intercontinental RS-18 y el anuncio de un sistema antimisiles de última generación que puede cambiar el equilibrio armamentístico.
El RS-18 puede portar hasta seis cabezas nucleares, ahora prohibidas por los tratados de desarme internacionales, pero que el Presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó con resucitar en respuesta al sistema de defensa antimisiles que quiere desplegar Washington, en especial el Presidente Bush.
La segunda arma anunciada este miércoles fue el novedoso sistema de defensa antiaérea S-400, orientado a la caza de aviones invisibles, pero apto para ser transformado en un paraguas anticohetes atómicos regional, en una versión reducida del criticado escudo NMD de EE.UU.
El S-400 "Triumph", "único en el mundo", según la industria militar rusa, concluirá su primera etapa de pruebas este año, informó hoy el consorcio Antei y la fábrica Almaz, creadores de casi todos los sistemas de cohetes de este país. Esta flexión de músculos de Moscú respondió también al anuncio de que el Pentágono estadounidense dedicará miles de millones de dólares al desarrollo de nuevas armas que completarán el NMD.
Este presupuesto puede llegar a los 48.600 millones de dólares en 2002, cifra que las Fuerzas Armadas rusas nunca alcanzarán, por lo que el uso de "medidas asimétricas" es la única alternativa que considera Moscú. Entre esas medidas contra el NMD, que Rusia rechaza por violar el tratado sobre defensa antimisiles ABM de 1972, figura el empleo de cohetes estratégicos sobre plataformas móviles y las cabezas múltiples en los misiles, pesadilla de los estadounidenses.
"Se trata de la respuesta más eficaz y más barata, a la que no se podrá hacer frente en los próximos 50 o 100 años", dijo Putin hace días. Según el Presidenre moscovita, la violación del ABM con el escudo de EE.UU. anularía los acuerdos de desarme atómico "y eso quiere decir que todos los países, entre ellos Rusia, tendrían el derecho de instalar en sus misiles cabezas nucleares múltiples".
Expertos en defensa indicaron en Moscú que el apoyo dado por el Kremlin a los dos sistemas de armas, el S-400 y el misil RS-18, es el primer paso de la "carrera de armas" que, según Rusia, implica el NMD. EL RS-18, conocido en Occidente como SS-19 o Stiletto, del que Rusia tiene 140 unidades, fue lanzado a las 04.35 GMT desde un silo en el cosmódromo de Baikonur, en la república de Kazajistán.
El cohete alcanzó su blanco a 7.000 kilómetros, en el polígono "Kura", en la boreal península de Kamchatka, fronteriza con el territorio estadounidense de Alaska. Según los expertos rusos, después de los misiles balísticos de clase RS-20 (los temibles SS-18 o Satanás, como los conoce la OTAN), los RS-18 son los cohetes más efectivos del arsenal nuclear de Rusia, a pesar de su antigúedad, que se remonta a los años setenta.
Las seis cabezas nucleares que pueden portar los RS-18 (ubicados en la costa este de Rusia) pueden alcanzar un poder destructor de 500 kilotones. Tanto recelo como los RS-18 despierta en las fuerzas armadas occidentales el S-400, una versión puntera del sistema antiaéreo S-300 que constituye la pieza más codiciada de los mercados de armas mundiales.
El S-400 es el sistema antimisiles ofrecido a los gobiernos europeos por Rusia el año pasado como fundamento de su propuesta de creación de un escudo nuclear regional en el viejo continente. El principal objetivo del sistema, con misiles tierra aire de hasta 400 kilómetros de alcance, son los aviones invisibles del que es tan prolija la fuerza aérea estadounidense, pero su carácter polifacético puede permitir su uso contra armas atómicas tácticas.
El catálogo del principal exportador de armas ruso, Rosoboronexport, describe al S-300 (menos evolucionado que el S-400) como un sistema capaz "de la destrucción eficaz de cabezas de misiles balísticos". También anula la capacidad de los "radares volantes" AWACS de EE.UU. y la OTAN, de ahí el temor a que este sistema acabe en manos de terceros países, como planea la poderosa industria militar rusa.
Además, sus misiles son más efectivos que los "Patriots" estadounidenses, considerados los mejores de su clase, por lo que su compra por países como la India o Irán introduciría cambios drásticos en el concepto actual de defensa aérea. "El S-400 es un sistema fantásticamente eficaz y si el S-500 (en preparación) es aún mejor, entonces se violarán todos los protocolos ruso-americanos sobre sistemas de defensa tácticos", dijo recientemente en Moscú el congresista estadounidense Curt Weldon.