JERSUSALEN.- El calendario anunciado por el secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, para la aplicación de las recomendaciones del Informe Mitchell está plagado de obstáculos y depende en gran medida de una reducción drástica de la violencia.
Menos de veinticuatro horas después de su anuncio, Powell ha despertado ya las críticas de israelíes y palestinos, y según estos últimos ha dejado la zona con la misma incertidumbre que antes de llegar.
El negociador palestino Saeb Erekat se mostró hoy, viernes, sorprendido de que horas después de sugerir el envío de observadores internacionales a la región para supervisar la aplicación del Informe Mitchell, Powell rechazara esa posibilidad en una rueda de prensa con el Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, anoche en Jerusalén.
"La Autoridad Nacional Palestina (ANP) expresa su tristeza por las declaraciones de Powell (en la rueda de prensa con Sharon)", dice un comunicado difundido por Erekat en la franja de Gaza.
El jefe de la diplomacia estadounidense anunció ayer que había logrado el acuerdo de palestinos e israelíes a un calendario para la implementación por fases de las recomendaciones del Informe Mitchell.
El acuerdo alcanzado prevé un primer período de siete días para observar si la violencia retrocede y en el que "se medirán las acciones del presidente (de la ANP)", según Powell.
La segunda fase consiste en un período de distensión de seis semanas que conducirá a la implementación de medidas para reconstruir la confianza mutua, entre ellas la paralización de la construcción en los asentamientos judíos. Sólo después se reanudarán las negociaciones de paz.
Sin embargo, poco antes, en una entrevista con el líder palestino, Yasser Arafat, Powell había sugerido el envío de un contingente internacional para garantizar el proceso de pacificación.
"Habrá necesidad de enviar observadores para ver qué es lo que sucede (en el terreno)", dijo el secretario de Estado, para después afirmar que "el acuerdo sólo funcionará si cesa la violencia" y que el posible envío de los observadores es una cuestión que deben aprobar ambas partes.
La prensa israelí sugiere hoy que el cambio de "discurso" por parte de Powell se debió a la muerte de una colona judía a manos de milicianos palestinos.
Erekat también se queja de que el presunto acuerdo no es más que una ratificación de la situación anterior a la visita de Powell, porque ni siquiera hay un documento firmado sobre papel o los mecanismos para garantizar su aplicación.
"Lamentamos que Powell no haya traído un calendario escrito para la aplicación del Informe Mitchell, con observadores internacionales y una participación masiva de EEUU", manifestó Erekat.
Powell, que esta mañana viajó a Jordania, última etapa de su gira, se entrevistó en el aeropuerto internacional de Ben Gurión con su colega israelí, el ministro de Asuntos Exteriores, Simón Peres, quien dijo a la prensa que "Israel está interesado en aplicar el Informe Mitchell en su totalidad, pero después de que cesen los actos de violencia".
Peres viajó hoy a Lisboa para participar en un debate sobre la situación en Oriente Medio en el seno de la Internacional Socialista, en el que también tiene previsto participar el líder palestino, Yasser Arafat. Por el momento ninguna fuente ha confirmado una posible entrevista entre ambos.