MOSCU.- El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, dijo este viernes que la entrega del ex Presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, al tribunal de crímenes de guerra de las Naciones Unidas podría encender las llamas del separatismo en los Balcanes.
"Esto sin duda será aprovechado por los separatistas en Kosovo y Montenegro que quieren abandonar la federación (yugoslava)", dijo Ivanov en un comunicado emitido por la cancillería moscovota.
"Probablemente no dejarán pasar la ocasión de utilizar la situación actual. Y si los acontecimientos van por este camino, no es difícil imaginar a lo que puede llevar", advirtió Ivanov.
Milosevic se encuntra este viernes en una cárcel de La Haya y el martes en la mañana deberá comparecer en la primera audiencia del tribunal de la ONU, donde se le leerán los casos por los que se le acusa.
Ivanov reiteró que Rusia no había querido realizar comentarios sobre la decisión del jueves de trasladar a Milosevic al Tribunal de La Haya, diciendo que correspondía a los yugoslavos decidir esta cuestión. Sin embargo, dijo que la medida no ayudaría a estabilizar Yugoslavia.
"Debería, después de todo, ser obvio para todos que las instituciones democráticas en Yugoslavia siguen siendo muy frágiles y Rusia siempre ha considerado que es una cuestión primordial ayudar a reforzarlas", dijo en un comunicado.
El ministro declaró que cualquier decisión en este sentido tendría que estar respaldada por bases legales y citó la denuncia del presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, de que la medida había sido ilegal e inconstitucional.
La entrega de Milosevic, dijo Ivanov, ha expuesto las "crecientes contradicciones en las fuerzas democráticas" de Yugoslavia, refiriéndose a la coalición en el poder desde la caída de Milosevic.
Ivanov también sugirió que la decisión había sido dictada por intereses externos, particularmente por los esfuerzos de Yugoslavia por obtener fondos en un encuentro de países donantes en Bruselas, para reconstruir un país destrozado por la guerra. "Aquellos que están tratando de utilizar las dificultades económicas de Yugoslavia para lograr sus objetivos están, por supuesto, teniendo una responsabilidad muy seria no sólo en el futuro de Yugoslavia, sino también en la situación en los Balcanes", dijo.
Rusia respaldó a Milosevic durante la campaña aérea de la OTAN de once semanas lanzada por la Alianza en 1999 en respuesta a la actuación del ejército yugoslavo contra los ciudadanos de origen albanés de Kosovo.