SKOPJE.- El enviado especial de Washington, James Pardew, instó el domingo a los políticos de Macedonia a asumir la responsabilidad de solucionar una revuelta de rebeldes de etnia albanesa, antes de que la insurgencia estalle en una guerra civil total.
"Es importante reconocer que el logro aquí de una solución es en verdad responsabilidad de los líderes de Macedonia y esperamos, por lo tanto, que ellos asuman esa responsabilidad", dijo Pardew a periodistas tras su llegada a Skopje el domingo por la tarde.
El gobierno de Macedonia ha sido incapaz de sofocar la revuelta de la guerrilla de etnia albanesa que estalló en febrero y que podría devenir en una conflagración más amplia en los turbulentos Balcanes.
"Hay quienes piensan que el uso de la fuerza es adecuado en estas circunstancias, pero eso no es cierto. Quienes favorecen el uso de la fuerza están socavando el proceso de paz", agregó Pardew.
El diplomático dijo que trabajará estrechamente con el enviado de paz de la Unión Europea, Francois Leotard. Ambos fueron nombrados dentro de un denodado esfuerzo internacional para resolver el conflicto antes de que se extienda.
Efectivos del gobierno y los rebeldes de etnia albanesa intercambiaron algunos disparos durante la noche y la atmósfera continuaba tensa, a pesar de una disminución en el nivel de violencia desde los cruentos enfrentamientos del lunes.
El portavoz del ejército, Blagoja Markovski, dijo que las tropas y los rebeldes de etnia albanesa trabaron fugaces escaramuzas en las montañas del noroeste aledañas a la ciudad de Tetovo y en la zona de Kumanovo, noreste del país.
Las conversaciones entre líderes macedonios y políticos de etnia albanesa para mejorar los derechos de esa minoría, que resolverían la situación, están estancadas.
Una de las últimas rondas se suspendió el lunes, cuando reservistas policiales armados irrumpieron en el Parlamento durante disturbios nacionalistas y los participantes en las conversaciones se vieron obligados a huir por una puerta trasera.
La minoría de etnia albanesa exige una participación internacional más formal y seguramente acogerá de buen grado la gestión de Estados Unidos.
La parte macedonia se ha resistido hasta el momento a esas gestiones, por temor de que favorezca a los opositores.
Unos 100.000 residentes de etnia albanesa han sido desplazados desde que se inició el conflicto. Más de 70.000 se han ido a vivir con familiares serboalbaneses en la vecina provincia separatista yugoslava de Kosovo.