BELFAST.- Los esfuerzos de paz en Irlanda del Norte se hundieron en una crisis más profunda este lunes, al fracasar la guerrilla del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en cumplir su promesa de entregar las armas y prohibir las autoridades un desfile protestante.
Las autoridades de la provincia británica prohibieron a los organizadores de un desfile de organizaciones protestantes que la marcha entrara a una polémica zona católica, agregando aún más inestabilidad a la ya convulsionada región.
El líder protestante David Trimble, quien renunció el domingo como Primer Ministro de Irlanda del Norte, justificó la decisión en el informe de un panel independiente confirmando que el grupo guerrillero no había entregado su armamento.
La Comisión de Desfiles dijo luego que había prohibido la marcha del grupo protestante "Orden de Orange" por el vecindario católico de Drumcree, cerca de la localidad de Portadown, por temor a que se desataran hechos de violencia, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
"La Orden de Orange", cuyos desfiles conmemoran las victorias de los combatientes protestantes en Irlanda del Norte y son calificados de provocaciones por los católicos que viven en áreas por las que cruzan las marchas, afirma que no tienen intención de ofender a los residentes, pero están en su derecho de "celebrar fechas históricas" en Irlanda del Norte.
El reporte de una comisión independiente de desarme de la provincia indicó que los dos principales grupos clandestinos protestantes rivales del IRA tampoco depusieron sus armas. El informe fue divulgado al día siguiente de la renuncia de Trimble a la jefatura del gobierno autónomo de la provincia británica.
El mes pasado ocurrieron algunos de los peores disturbios en varios años en Belfast, la capital de Irlanda del Norte, y la policía tuvo que utilizar balas de goma para reprimir uno de los brotes de violencia. Gran Bretaña ha reforzado su presencia militar en la provincia con el envío de 1.600 efectivos adicionales para que cooperen con la policía durante la "temporada de marchas" protestantes de este mes.
Sin embargo, la comisión, a la que el Acuerdo de Paz del Viernes Santo de 1998 encargó supervisar el desarme de la guerrilla, dijo creer que el IRA actuó de buena fe al expresar su "compromiso condicional" de deponer las armas, lo cual señalaba la necesidad de continuar las conversaciones con el grupo.
La comisión, que dirige el general canadiense John Chastelain, dijo que no ha habido desarme por parte del IRA o por sus principales rivales protestantes probritánicos, la Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF) y los Combatientes en pro de la Libertad del Ulster (UFF).