BEIJING.- El desmantelado avión espía estadounidense EP-3 retenido desde abril en la isla china de Hainán fue transportado este martes por vía aérea hacia Estados Unidos, informó el Comando del Pacífico de las fuerzas armadas norteamericanas.
El envío de la aeronave, más de una semana antes de lo previsto, elimina un importante obstáculo en las relaciones entre Estados Unidos y China.
"El vuelo final del AN-124 que transporta el EP-3 despegó de Lingshui a las 4.45 AM (hora del este norteamericano, 08.45 GMT)", informó el Comando del Pacífico, con sede en Hawaii, en su sitio Web. Lingshui es la base aérea china en donde el EP-3 estuvo retenido desde el 1 de abril, cuando efectuó un aterrizaje de emergencia luego de una colisión aérea con un caza chino de combate que lo interceptó durante un vuelo de reconocimiento.
Tras la colisión, China retuvo durante 11 días a los 24 tripulantes del EP-3, en una disputa que perturbó las relaciones de Washington con Beijing en los primeros meses del Gobierno del Presidente George W. Bush.
Beijing liberó a los tripulantes sólo después de que Washington manifestó "lamentar profundamente" la muerte del piloto del caza chino y el aterrizaje del avión espía en la isla de Hainán sin el debido permiso.
El Ejecutivo chino declaró al desaparecido piloto, Wang Wei, un mártir revolucionario.
El sitio Web del
Comando del Pacífico, publicó que la aeronave de carga Antonov podría aterrizar en Manila, en donde funcionarios de la torre de control indicaron que podría hacer una escala de cinco horas, y en Honolulu, en su viaje hacia la base Dobbins de la fuerza aérea en Marietta, Georgia.
Se esperaba que los 12 miembros del equipo estadounidense de recuperación de la aeronave salgan de Hainán el miércoles y lleguen a Hawaii a las 14.30 GMT de ese mismo día, agregó. Los técnicos emprendieron el desmantelamiento de la nave sólo después de que las conversaciones para recuperarla se habían prolongado por varias disputas bilaterales separadas, incluyendo la oferta estadounidense de vender armamentos a Taiwán, isla a la que China considera parte de su territorio soberano.
Originalmente, Estados Unidos se proponía reparar la aeronave para que volase luego a su territorio.
China, que ha exigido el cese de los vuelos estadounidenses de reconocimiento a lo largo de sus costas, dijo que permitir que la nave despegase de Hainán sería una humillación. Posteriormente, Beijing accedió a permitir que se desmantelara la aeronave para su transporte por vía aérea.