BERLIN- El Primer Ministro de Israel, Ariel Sharon, demandó hoy "el cese del fuego total" como requisito indispensable para poner en práctica el plan de paz en Medio Oriente.
Antes de poder implementar el "plan Mitchell" tiene que acabar "la violencia y la instigación", sostuvo el Premier israelí, quien cumple una visita oficial de un día a Alemania.
"No se harán concesiones si hay terror", reiteró el político al término de su entrevista con su par alemán, Gerhard Schroeder, en Berlín.
Schroeder, por su parte, opinó que todos los esfuerzos en pos de la paz en Cercano Oriente deben basarse en el reconocimiento de los derechos de autodeterminación de los pueblos y de la existencia del Estado de Israel.
El canciller alemán advirtió, sin embargo, que las necesidades de seguridad de Israel sólo podrán ser garantizadas si hay perspectivas de paz y prosperidad para todos los pueblos, también para el palestino.
Schroeder informó que ambos mandatarios coincidieron en que el plan forjado por el ex senador estadounidense George Mitchell constituye un instrumento eficaz para conseguir la paz.
El llamado "plan Mitchell" propone, entre otras cosas, el fin de la construcción de colonias judías en los territorios ocupados. Sharon dijo que su país está dispuesto a "efectuar concesiones dolorosas" en favor de la paz.
El Primer ministro israelí se reunió anteriormente con el presidente alemán, Johannes Rau, y tenía previsto hacer lo propio esta tarde con el ministro del Exterior, Joschka Fischer.
Tras la entrevista con Schroeder, ambos dirigentes se trasladaron a la antigua estación de trenes de Grunewald, donde asistieron a una ceremonia en memoria de las decenas de miles de judíos que fueron deportados desde allí a los campos de concentración durante la era nazi.
En Berlín trascendió que Sharon desistió de efectuar un viaje relámpago a la Comisión de la Unión Europea en Bruselas y que planeaba reunirse al margen de su visita oficial en la capital alemana con el ministro del Exterior belga, Louis Michel.
Varias organizaciones tratan de poner en marcha un juicio en Bélgica contra Sharon, a quien acusan de una sangrienta matanza perpetrada en un campo de refugiados palestinos en 1981 en Líbano.