BRASILIA.- Beneficiado por un hábeas corpus del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF), el ex general paraguayo Lino Oviedo salió el jueves por la noche de una cárcel policial para ser trasladado a una casa ubicada en un barrio residencial de Brasilia donde aguardará el dictamen de la justicia sobre el proceso de extradición solicitado por el Gobierno de Paraguay.
Oviedo salió a las 21.35 horas locales (00:35 horas GMT) del III Batallón Policial de Brasilia escoltado por varias patrullas que lo llevaron a la casa de su primo, Roque de Oliveira, quien vive en una lujosa casa con jardín en el barrio Lago Sul, un lugar exclusivo habitado por personas de altos recursos económicos y funcionarios de rango superior.
El ex militar esperó todo el día impaciente en el batallón policial, donde estaba detenido desde junio del año pasado, tras ser detenido en la población de Foz do Iguazú. Antes había vivido en Argentina, pero dejó ese país pocos días antes de la posesión del Presidente de ese país, Fernando de la Rúa.
Su permanencia en Argentina había sido autorizada por el ex Presidente Carlos Saúl Menem, quien ahora está bajo prisión domiciliaria en su país mientras espera un proceso por la venta ilegal de armas.
El STF concedió a Lino Oviedo el derecho de permanecer en prisión domiciliaria mientras se evalúa extraditarlo a Paraguay, informó el jueves el presidente del máximo organismo judicial, Marco Aurelio Mello de Farías.
El derecho fue solicitado el lunes por los abogados de Oviedo, en un documento en el que argumentan que el ex general golpista "no debería permanecer en una cárcel común porque el proceso de extradición se prolonga ya un año y no tiene la mínima intención de fugar, al contrario, quiere acogerse al asilo político".
Uno de sus abogados, Paulo Alfonso Martins de Oliveira, dijo a la AP que Oviedo "es víctima de acusaciones falsas para descalificarlo políticamente y es injusto que permanezca detenido en las condiciones en las que estaba".
El presidente del Supremo Tribunal ratificó que Oviedo "no deberá dejar Brasilia por ninguna circunstancia y (deberá) presentarse ante la policía y la justicia cuando sea requerido".
Agregó que la prisión domiciliar de Oviedo fue autorizada debido a que "no existen antecedentes penales en su vida y que fue un alto oficial del ejército de Paraguay e inclusive ex candidato a la presidencia".
El magistrado no cree que Oviedo se vaya a fugar de Brasil "porque tiene una orden de prisión de la Policía Internacional, además que quiere beneficiarse con el asilo político".
Oviedo gestiona ante el Gobierno su asilo político porque se considera un "perseguido político". Acusó al actual Gobierno paraguayo, encabezado por el Presidente Luis Gonzáles Macchi, de haber puesto un precio a su captura, "vivo o muerto".
Sus abogados también incluyeron ese hecho en sus justificativos legales e invocaron la aplicación de la ley brasileña que impide la extradición de personas que no tengan las condiciones mínimas de seguridad y un juicio imparcial en el país adonde serían trasladados.
Oviedo es acusado de planear el asesinato del vicepresidente de Paraguay, Luis María Argaña, en marzo de 1999, y de la muerte de ocho estudiantes que protestaron en las calles por ese hecho.
También fue acusado de ser el cabecilla de conspiraciones contra los gobiernos democráticos de Juan Carlos Wasmosy en 1996 y del actual Mandatario, Gonzáles Macchi.
Con la prisión domiciliaria a su favor, Oviedo se convierte en el segundo político paraguayo de alto rango en Brasilia. El primero es el ex Presidente Alfredo Stroessner, quien vive en el mismo barrio residencial donde será alojado el ex general.