ZAGREB.- El Presidente Stipe Mesic, tras destacar que los croatas también cometieron crímenes de guerra durante la lucha por la independencia, afirmó el domingo que el Gobierno tomó la única decisión posible cuando accedió a extraditar a los acusados por el tribunal de crímenes de guerra de las Naciones Unidas.
Sin embargo la decisión, intensamente disputada en Croacia, suscitó una crisis política que podría desembocar en la desintegración del gabinete prooccidental después de sólo 18 meses en el poder.
Cuatro ministros del gabinete -todos del principal socio de la coalición del Primer Ministro Ivica Racan, los social-liberales- ofrecieron sus renuncias en protesta por las extradiciones.
Racan, que anunció la medida, prometió pedir al Parlamento un voto de confianza "lo antes posible".
El titular del Parlamento, Zlatko Tomcic, dijo el domingo que la votación podría tener lugar el próximo domingo o más adelante, citando las reglamentaciones constitucionales.
No estaba claro si Racan podría conseguir suficiente apoyo para mantenerse en el poder. Una votación de censura podría desencadenar elecciones anticipadas.
"El gobierno (de coalición) se desploma", dice en su primera plana el segundo diario de mayor circulación en Croacia, Jutarnji. Otros diarios califican la situación de "dramática".
Pero Mesic insistió en que "un Gobierno legal (...) no debería considerar siquiera dejar de cumplir su obligación" de cooperar con el tribunal de La Haya, Holanda.
En 1996, Croacia promulgó una ley de cooperación con ese organismo. La negativa a cooperar podría producir el aislamiento internacional de la nación, e incluso sanciones.
"Se sabe que durante la guerra hubo crímenes en el bando croata también", dijo Mesic en una declaración, emitida un día después que el gabinete decidió cumplir con la solicitud del tribunal internacional.
El viernes, la principal fiscal del tribunal de crímenes de guerra de la ONU, Carla del Ponte, anunció que por primera vez se encausaba a ciudadanos croatas por presuntos crímenes de guerra contra serbios que se rebelaron en 1991 contra la decisión de la república de separarse de Yugoslavia.
El tema es muy delicado aquí, ya que muchos honran a los comandantes de esa guerra como sus protectores contra los rebeldes serbios que mataron a miles de sus connacionales, y redujeron poblaciones y ciudades a escombros en 1991.
Pero el tribunal ha investigado los asesinatos de cientos de serbios tras la ofensiva de Zagreb en 1995, en que fueron recuperados territorios tomados por los rebeldes en la guerra de 1991.
Este domingo la situación no es clara. No se sabe si los sociales liberales, que ocupan 23 escaños en el Parlamento de 151, votarán ahora contra el Gobierno de Racan. El líder del partido, Drazen Budisa, dijo a Jutarnji que aún no han tomado una decisión.
Pero lo más probable es que el partido del difunto Presidente Franjo Tudjman y otros nacionalistas votarán contra el gabinete de Racan, lo que significa que el Gobierno podría caer y sería necesario convocar a elecciones anticipadas.