BRADFORD.- La policía restableció el domingo la calma en Bradford, norte de Inglaterra, tras una noche de violencia racial que dejó 120 policías heridos y 36 arrestos.
"Se restableció el orden en el área. Ahora comienza la limpieza", dijo una portavoz de la policía de West Yorkshire. Sólo dos de los 36 arrestados, 13 de raza blanca y 23 de origen asiático, no residen en Bradford, agregó.
En uno de los peores incidentes de violencia callejera en Gran Bretaña en años, adolescentes de raza blanca y jóvenes originarios de Bangladesh y Paquistán se enfrentaron con la policía.
El comisario adjunto de policía de West Yorkshire, Greg Wilkinson, dijo en una rueda de prensa que los agentes policiales habían sido blanco de constantes ataques con ballestas, petardos, almádanas y bombas incendiarias.
"La severidad de los desórdenes y de la violencia ha sido chocante", dijo Wilkinson.
Hubo al menos 110 incidentes delictivos, desde ataques e incendios premeditados hasta destrozos en propiedades, agregó.
Jóvenes originarios de Paquistán y Bangladesh se lanzaron a las calles para protestar por los planes del Frente Nacional (que aboga por la superioridad de la raza blanca) de organizar una marcha en Bradford, 320 kilómetros al norte de Londres.
El ministro del Interior, David Blunkett, decidió prohibir las manifestaciones políticas en Bradford desde la semana pasada para prevenir incidentes similares a los registrados desde hace algunos meses en ciudades del norte de Inglaterra cuyos residentes son, en su mayoría, de origen asiático.
Durante los disturbios se incendiaron automóviles y hubo saqueos de comercios. Algunos de los revoltosos embistieron contra la policía y civiles con autos robados.
Los disturbios se centraron en el distrito de Manningham, en Bradford, donde fue incendiado un club social para miembros del Partido Laborista, generando temores por la seguridad de sus ocupantes.
El jefe policial de la región, Graham Moore, dijo que los revoltosos estuvieron a punto de superar a los 500 efectivos de su fuerza y que se pidieron refuerzos a comunidades vecinas.
Bradford es la cuarta ciudad del norte inglés que en las últimas semanas se ve afectada por disturbios raciales después de Oldham, Leeds y Burnley.