WASHINGTON.- El Presidente George W. Bush pidió a sus compañeros republicanos en el Congreso que le ayuden a aprobar sus controversiales propuestas en los ámbitos de la educación y salud.
Bush pronunció un discurso en que pidió ayuda para que prosperen sus propuestas de reformas educativas, de dejar labores caritativas en manos de grupos religiosos y de dar más derechos a los pacientes a demandar a empresas de cuidado de salud.
El Mandatario pronunció su discurso ante la Conferencia República en el Capitolio, antes de un encuentro el miércoles en la Casa Blanca con doctores y al menos un paciente. También se reunirá por separado con el presidente de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, y el líder de la minoría del Senado, Trent Lott, para discutir sobre estrategia legislativa.
Fuentes señalaron que el Presidente discutirá sus planes energéticos, militares y comerciales, pero se centrará en los principales temas que expuso el lunes: educación, la iniciativa sobre grupos religiosos y la de dar más derechos a los pacientes.
"El Presidente continuará presionando al Congreso para movilizar su agenda antes del receso de agosto", dijo la portavoz Claire Buchan. La apuesta de Bush de abrir a los grupos religiosos planes del gobierno ha encontrado resistencia tanto de liberales como conservadores. La Casa Blanca intentó torpemente construir una base de apoyo más amplia y terminó eliminando tal plan.
La posición de Bush se debilitó aún más el martes con la publicación de un reporte interno del grupo caritativo "Ejército de Salvación" (Salvation Army), según el cual el Gobierno había llegado a un acuerdo con esa organización de caridad -la más grande del país- para conseguir su apoyo político.
El reporte señaló que el gobierno apoyaría una regulación que permitiría a las organizaciones caritativas, como el "Ejército de Salvación", recibir pagos federales por servicios sociales, inclusive si estos grupos discriminan contra los homosexuales. Debido a las fuertes críticas, la Casa Blanca eliminó la regulación propuesta el miércoles y decidió no apoyarla.
En cuanto a los derechos de los pacientes, Bush y los demócratas difieren principalmente en la exigencia de los republicanos de limitar la responsabilidad legal de las organizaciones de mantenimiento de salud.
Bush quiere que los legisladores republicanos en la cámara baja aprueben un proyecto de ley y obliguen a ceder a los senadores demócratas, que han aprobado una medida que Bush ha amenazado con vetar.
Sin embargo, los líderes republicanos temen que si Bush veta una medida tan popular, tanto él como su partido podrían ser castigados.
La cámara baja y el Senado han aprobado diferentes versiones del plan de Bush de condicionar la ayuda federal a colegios de bajo rendimiento y de medir el desempeño de los estudiantes con exámenes anuales de matemáticas y lectura. Las diferencias han de ser conciliadas antes de que un proyecto de ley sea enviado al Presidente.