BRUSELAS.- La inmigración es prácticamente un problema común en los Quince países de la Unión Europea, y debe ser reglamentada por una norma europea.
En el flujo migratorio, la preferencia debe ser dada a los ciudadanos que provienen de los países candidatos a la UE y aquellos que irán a ocupar puestos bien pagados y con un diploma de alta especialización.
Estas son algunas de las indicaciones contenidas en la norma sobre la inmigración que la Comisión Europea aprobó este miércoles, y que el responsable por la Justicia y por los Asuntos Internos, Antonio Vitorino, espera que entre en vigencia en la UE "hasta el próximo año".
La norma, que es acompañada por una propuesta de conversión progresiva de las políticas de los Quince sobre la inmigración, contiene normas comunes para emitir conjuntamente vistos de trabajo y de estadía. En todo caso, "hacer la elección y establecer el número de los inmigrantes cabe a cada uno de los Quince", dijo Vitorino. Pero, en su opinión, "la preferencia debe ser dada a los ciudadanos de los países candidatos y aquellos de los países del tercer mundo que ocuparán puestos con remuneración elevada".
De acuerdo con la norma, de todos modos, un empresario podrá recorrer a un ciudadano extra-comunitario apenas después que, por cuatro semanas, su oferta de trabajo haya sido ignorada. Los Quince, además de esto, podrán promover programas para enfrentar la falta de mano de obra en sectores específicos y las empresas podrán contribuir con eventuales iniciativas públicas de integración o formación.
"Conceder vistos de trabajo o de estadía conjuntamente no significa conceder libertad de transito, porque el inmigrante deberá residir en el mismo país por, al menos, cinco años", afirmó Vitorino.
El comisario se defendió de posibles sospechas de racismo que la norma podría suscitar, recordando que la Unión Europea, hace tiempo, "organizó amplios programas que combaten exactamente el racismo y la xenofobia en la sociedad y en el ambiente de trabajo".
Otro instrumento esencial previsto por la norma es un sistema estadístico que se ocupe de la colecta de los datos sobre la inmigración, realizando un monitoramiento de la situación, y que los publique mensualmente, de forma a tornar más ágil el control de la situación en todo el bloque europeo.
La nueva ley deberá regular la vida y el trabajo de extranjeros legalmente establecidos en los países miembros de la UE. Se trata de un paso más en la lucha contra la inmigración ilegal en el bloque europeo.
La propuesta adviene de una intensa discusión en Europa sobre la inmigración.
Varios países sufren carencia de trabajadores en algunos sectores y el envejecimiento de la población crece, así como la presión para la autorización del ingreso de más trabajadores a los países del bloque.
