TAMPA.- Una corte de apelaciones de Estados Unidos dictaminó el miércoles que a una mujer que está en coma desde hace 11 años debe permitírsele morir, a menos que sus padres tengan sustanciales nuevas evidencias para mantenerla viva en las actuales circunstancias.
Un panel de tres jueces de la Segunda Corte de Distrito de Apelaciones del estado de Florida tomó la decisión basado en una solicitud de Michael Schiavo, quien pidió no alimentar más a su esposa por medio de un tubo.
Theresa Schiavo, de 37 años, vive en esas circunstancias desde que entró en coma luego de sufrir un ataque cardiaco en 1990.
La mujer dejó de recibir alimentos el 24 de abril bajo una orden emitida por la misma corte, pero dos días después un juzgado menor de la ciudad de St. Petersburg, también en Florida, otorgó a los padres de la mujer otra orden temporaria para restituirle la alimentación.
Los padres de la enferma, Robert y Mary Schrindler, dijeron que podían probar que su yerno mintió cuando testificó que su esposa no quería seguir viviendo en estado vegetativo.
Según los Schrindler, su hija responde bien a sus visitas, por lo que no pierden las esperanzas de que un día despierte del estado en que se encuentra, aunque los médicos descartan esa posibilidad.
La corte de apelaciones dio el miércoles una nueva oportunidad a los padres de la paciente al reenviar el caso a la corte que originalmente favoreció la solicitud de Michael Schiavo en febrero de 2000.
Michael y Theresa Schiavo se casaron en 1984 y vivían en St. Petersburg, pero no tuvieron hijos. Los padres de la mujer acusan a su yerno de querer adelantar la muerte de su esposa para heredar 700.000 dólares que ella recibió tras ganar un caso por mala práctica médica.