NUEVA DELHI.- Una huelga general convocada por radicales maoístas paralizó hoy el reino himalayo de Nepal, incluida la capital Katmandú.
Miles de policías fueron desplegados en las principales ciudades del país y en torno a edificios e instalaciones claves en previsión de posible disturbios o ataques de los rebeldes.
Las calles de la capital permanecieron virtualmente desiertas, sin tráfico y con las tiendas, centros comerciales y escuelas cerradas.
Según fuentes oficiales, simpatizantes de los maoístas que luchan por una revolución social y la abolición de la monarquía parlamentaria se manifestaron a primeras horas del día en Katmandú, pero no se registraron choques graves con las fuerzas de seguridad.
El paro de un día ha estado precedido por una intensificación de los ataques de los rebeldes contra las fuerzas gubernamentales y otros objetivos del gobierno, que expertos asociaron con la crisis desatada por la matanza de la familia real el pasado mes.
Según un informe oficial, la matanza fue llevada a cabo por el príncipe heredero Dipendra, que se suicidó después de disparar y dar muerte a su padre el Rey Birendra y a otros ocho miembros de su familia.
Pero los rebeldes insisten en que la matanza fue el resultado de una conspiración en la que está también implicado el actual rey Gyanendra y el gobierno.
La pasada semana al menos 42 policías resultaron muertos en tres ataques simultáneos de los rebeldes coincidiendo con el cumpleaños del monarca, y un número similar de agentes fueron secuestrados por los radicales este mes sin que se conozca su paradero.
Unas 1.700 personas han perdido la vida desde que los radicales maoístas iniciaron en 1996 la lucha armada.