EL CAIRO.- El líder palestino, Yasser Arafat, insistió hoy ante una reunión de urgencia de los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Arabe en que el envío de observadores internacionales es la mejor fórmula para detener las agresiones israelíes y la espiral de violencia en los territorios palestinos.
Fuentes palestinas dieron por seguro que la Liga respaldará plenamente a Arafat, Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) al término de la reunión que celebra a puerta cerrada con el Comité de Seguimiento de la "intifada" (levantamiento popular palestino).
El Comité, formado por los jefes de las diplomacias de Egipto, Siria, Jordania, el Líbano, Túnez, Marruecos, Arabia Saudí, Bahrein y Yemen, además de la ANP, fue designado por la Liga Arabe para estudiar la situación de la "intifada" palestina contra la ocupación israelí.
La reunión extraordinaria que hoy se celebra en El Cairo fue convocada a instancias del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico, en vista de la "continuidad de las agresiones" israelíes a la población palestina, según la Liga Arabe, organismo integrado por 22 países.
Israel concentró hoy tanques y tropas de infantería en las inmediaciones de las ciudades palestinas de Belén y Jenín, en Cisjordania, lo que suscitó el temor de los palestinos de que sea el preludio de una invasión para volver a ocupar esos territorios.
"El actual agravamiento de la situación militar no es sólo un golpe a los esfuerzos de pacificación, sino un indicio de que Israel está decidido a continuar sus agresiones contra el pueblo palestino y sus instituciones, así como contra los lugares santos islámicos y cristianos", dijo Arafat en la capital egipcia.
Cuatro miembros del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) murieron ayer y otros catorce palestinos resultaron heridos, dos de ellos graves, en un ataque de helicópteros israelíes contra una casa en el distrito de Belén.
También el Ejército israelí lanzó varios proyectiles contra la localidad Cisjordana de Beit Yala, después de que los palestinos dispararan desde esa población un proyectil de mortero contra el asentamiento judío de Guiló, en Jerusalén Oriental, en represalia por el bombardeo israelí contra Belén.
El agravamiento de la tensión ha inquietado a los países árabes, y el secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, se reunió anoche con los titulares de Exteriores de Siria, el Líbano y Yemen, además del negociador palestino Nabil Chaat, para estudiar la situación.
El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Ahmed Maher, calificó como "muy positiva" la postura adoptada hace dos días por sus colegas de la Unión Europea (UE) acerca de la crisis palestino-israelí, sobre todo, en lo referente al envío de observadores a los territorios ocupados palestinos.
Los jefes de las diplomacias de la UE pidieron el lunes en Bruselas la creación de "un mecanismo imparcial de vigilancia" para superar los obstáculos que impiden la reanudación de las negociaciones entre Israel y la ANP, la primera alusión por escrito de los Quince a la presencia de observadores en la zona.
En una declaración de contenido muy duro, los titulares de Exteriores de los países de la UE consideraron, por otro lado, que las "ejecuciones extrajudiciales son contrarias al derecho internacional", en alusión a los asesinatos de miembros destacados de organizaciones palestinas.
"La posición de la UE responde positivamente a muchas de las peticiones árabes y, especialmente, palestinas", dijo Maher, cuyo país, junto a Jordania, son los principales mediadores árabes entre Israel y la ANP.
En Amán, el Gobierno jordano advirtió de que "las prácticas israelíes" contra los palestinos "pueden acabar con el proceso de paz", e instó a EEUU a que intensifique los esfuerzos para conseguir la aplicación de las recomendaciones de la Comisión Mitchell para el cese de las hostilidades y la reanudación del proceso de paz.
"Lo que está sucediendo en los territorios palestinos es muy peligroso", advirtió el ministro de Información jordano, Saleh Qalab, tras una reunión del Gobierno de su país.