TEGUCIGALPA.- Por lo menos 10 personas resultaron golpeadas el miércoles cuando la policía desalojó a más de 500 indígenas y obreros que por 17 días ocuparon la planta baja del Edificio Legislativo en Honduras.
La protesta la auspiciaban el Comité de Organizaciones Populares e Indígenas (COPIN) y el Comité de Derechos Humanos.
Los manifestantes exigían al Congreso el cierre de una empresa local de energía eléctrica, que se instaló en enero en la provincia de Olancho, al este de Honduras.
Los policías usaron gases lacrimógenos y chorros de agua para dispersar a los manifestantes, que en represalia les arrojaron piedras y palos.
"La policía actuó con violencia para evitar nuestra protesta pacífica", dijo a la AP Cándido Martínez, vocero del COPIN.
Informó que vehículos policiales trasladaron de urgencia a los hospitales públicos de Tegucigalpa a seis mujeres indígenas en estado de embarazo. "Ellas fueron brutalmente golpeadas por los policías", añadió.
Pero la policía dijo en un comunicado que "con respeto, pedimos al COPIN que trasladara su protesta a otro sitio de la capital porque donde permanecía afectaba el normal desenvolvimiento de las actividades del Congreso... y el COPIN no hizo caso a nuestro llamado".
El desalojo ocurrió esta madrugada, pero los disturbios continuaba aún al mediodía del miércoles en las principales calles de la capital hondureña, que enfrentaba un descomunal congestionamiento vehicular.
El COPIN dice agrupar a más de 300.000 indígenas que viven en 50 comunidades pobres del país.
Los indígenas han marchado en nueve veces en los últimos seis años para exigir al gobierno que mejore sus condiciones de vida.
