BUENOS AIRES.- En medio de una huelga de trabajadores estatales, legisladores oficialistas y opositores amenazaron este miércoles con frenar el plan de ajuste lanzado por el Gobierno argentino y los mercados respondieron apaleando la deuda del país.
El Presidente Fernando de la Rúa anunció la semana pasada el séptimo plan de ajuste desde que llegó al poder en diciembre de 1999 apoyado por la Alianza, un frente entre la centrista Unión Cívica Radical (UCR) del Mandatario y el Frepaso, un sector de la izquierda del país.
El plan consiste en que el estado no gaste más de lo que recauda. El servicio de la deuda tendrá prioridad y los jubilados y empleados públicos deberán asumir un recorte del 13 por ciento en los salarios superiores a los 300 dólares mensuales, en un país donde la canasta familiar es de 1.500 dólares.
La medida enfureció a los sindicatos, que llamaron a una huelga de empleados públicos para el miércoles que se cerró con una protesta frente a la Casa de Gobierno, donde se congregaron miles de trabajadores.
"Nos enorgullece haber logrado esta convocatoria donde todos los compañeros vaciaron todos los organismos públicos para pegarle un cachetazo a este plan de ajuste, que (...) es un ataque a todo el pueblo argentino", dijo en un acalorado discurso el dirigente sindical Hugo Yasky.
Los gremios llamaron además a un paro general para el jueves.
Frente de tormenta en el Congreso
A pesar de que los 23 gobernadores del país habían respaldado el plan del Gobierno, diputados de las dos fuerzas que forman la Alianza y del peronismo echaron el miércoles sombras sobre la posibilidad de que el plan de recortes se haga realidad.
Los legisladores dijeron estar de acuerdo con la necesidad de eliminar el déficit fiscal, que entre enero y junio fue de 4.790 millones de dólares, pero no con las reducciones salariales y de las pensiones de retiro.
El peronismo presentó un proyecto para derogar el decreto que puso en marcha el plan de austeridad e intentaba el miércoles incluirlo en la orden del día de la sesión prevista para la tarde.
Al peronismo se sumó una veintena de diputados de movimientos pequeños, quienes anunciaron que votarán en contra de los decretos del gobierno porque consideran que el plan de De la Rúa viola la constitución.
Mientras tanto, el gobierno se movía frenéticamente para lograr el apoyo de sus propios legisladores, ya que el peronismo necesita el respaldo de los dos tercios de los congresistas en las dos cámaras para desbaratar el plan de De la Rúa.
La Alianza es la primera minoría en la Cámara de Diputados, pero ese frente se quebró en los últimos meses y muchos legisladores crearon nuevos bloques que usualmente no apoyan las políticas del gobierno. En cambio, en el Senado, el peronismo tiene la mayoría absoluta.