ROMA.- Los ministros de relaciones exteriores de las potencias industriales apoyaron este jueves el envío de observadores internacionales al Medio Oriente.
Al hacer hincapié en lo que calificaron como una situación "alarmante", los cancilleres dijeron que los supervisores deberían ser aceptados por ambas partes.
Agregaron que su presencia sería "un reforzamiento" a un informe elaborado por el ex senador estadounidense George Mitchell, al que calificaron en su declaración como la única forma de poner fin a nueve meses de violencia y reanudar el proceso de paz.
Israel se ha opuesto a que sean enviados supervisores extranjeros a la región y Estados Unidos hasta ahora apoyaba en general la posición israelí, argumentando que no pueden imponérsele a Israel observadores internacionales.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y sus colegas señalaron el jueves que coinciden en su respaldo al envío de supervisores que sean aprobados por ambas partes.
"Todo el propósito del informe Mitchell es la presentación de un mapa que muestre el camino hacia las negociaciones", dijo Powell. "Para iniciar ese trayecto, debemos poner fin a la violencia".
El ministro ruso de Relaciones Exteriores Igor Ivanov dijo que los ministros "hablan con una sola voz... No tenemos absolutamente ningún desacuerdo respecto a esto".
El informe Mitchell pide el fin de la violencia en la región, medidas enérgicas contra los militantes por parte de la Autoridad Palestina y un alto a la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Un asesor del primer ministro israelí Ariel Sharon, Raanan Guissin, rechazó la intervención de una fuerza internacional.
"No aceptamos observadores y supervisores por la simple razón de que cuando había observadores aquí, tenía que observarse la tregua, y desgraciada y desafortunadamente debo decir que la Autoridad Palestina no ha cumplido con la tregua", dijo Guissin a The Associated Press.
Los ministros emitieron su declaración sobre el Medio Oriente al finalizar su reunión de dos días en esta ciudad, que ha servido como preludio para la cumbre del grupo de las siete naciones más industrializadas del mundo más Rusia (conocido como el Grupo de los Ocho, G-8) que comenzará el viernes en Génova.
En su conferencia final de prensa, los ministros expresaron también su profunda preocupación por el fracaso de las conversaciones en Macedonia entre los rebeldes de etnia albanesa y la mayoría eslava.
El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Renato Ruggiero, dijo que la tregua en Macedonia es extremadamente "frágil" y que las naciones del G-8 tratarán de encontrar soluciones para reavivar las conversaciones.
"Estamos en contacto para saber exactamente cómo ayudar en las negociaciones", dijo Ruggiero.
Aunque no abordaron el tema del plan estadounidense para una defensa antimisiles, en su declaración final, los ministros señalaron que darán "gran importancia a los regímenes existentes de tratados multilaterales", en referencia a los acuerdos existentes que prohiben el despliegue de sistemas tal como el planeado por Estados Unidos.