BONN, Alemania.- Si bien Estados Unidos ha expresado con claridad que no tiene intenciones de reincorporarse al Protocolo de Kioto, delegados europeos aseguraron el viernes que cualquier tratado efectivo contra el cambio climático requerirá de la participación de los estadounidenses.
Estados Unidos, el mayor emisor mundial de los llamados gases de invernadero, rechazó en marzo el tratado, argumentando que perjudicaría sus intereses económicos.
Ministros y altos funcionarios del ambiente procedentes de 178 países, incluido Estados Unidos, iniciaron el jueves conversaciones con el fin de rescatar el tratado, que se va a pique, mediante el diseño de normas para su ejecución.
Las conversaciones se encuentran en una fase crítica y es necesario que los ministros logren urgentemente un acuerdo sobre los temas claves como el financiamiento de proyectos para la limpieza del aire en países pobres y esquemas para la concesión de créditos a naciones que aprovechen sus bosques.
"No tenemos tiempo que perder. En los próximos días será cuestión de voluntad política, de dar y recibir", dijo la Comisionada de la Unión Europea para el Ambiente Margot Wallstrom.
Olivier Deleuze, secretario del Ambiente de Bélgica, dijo que la primera meta es un pacto, pero que en el largo plazo, la Unión Europea desea que Estados Unidos se reintegre al tratado. Aunque no resulta claro cómo se lograría ese fin.
"Estamos en una operación de rescate del proceso de Kioto", subrayó Wallstrom. "Estamos tan ocupados tratando de hacer eso, que no tenemos planes sobre la forma de atraer a los estadounidenses de nuevo".
Estados Unidos, a pesar de su rechazo del Protocolo de Kioto de 1997, fue el blanco de las discusiones del jueves, y atrajo agudas críticas de los ambientalistas, que lo fustigan por abandonar el liderazgo en el tema y rechazar una petición de reincorporación emitida por Francia.
Sin embargo, la delegación estadounidense ha declarado con firmeza que su posición no cambiará, y observa con atención las negociaciones para asegurarse de que los intereses estadounidenses no sean amenazados.
"Aunque no creemos que el Protocolo de Kioto sea una política pública sólida para Estados Unidos, tampoco tenemos la intención de evitar que otros sigan adelante con el tratado, mientras no afecten los intereses legítimos de Estados Unidos", dijo Paula Dobriansky --que preside la delegación estadounidense-- durante la ceremonia inaugural del jueves.
Simultáneamente, varios aspectos sobre el medio ambiente estaban sobre el tapete en cumbre en Génova del Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo.