NAZRÁN, Rusia.- Tres soldados federales y un policía del Ministerio del Interior ruso murieron hoy en Grozni en un ataque rebelde contra el vehículo en el que circulaban por una calle de la capital chechena.
El ministerio del Interior informó que de que una mina estalló al paso del vehículo blindado cuando circulaba por la avenida Pobeda del distrito Leninski de Grozni.
Tras producirse la explosión, un grupo de guerrilleros ametralló al coche acorazado y le dispararon varios proyectiles con lanzagranadas, según esas fuentes policiales. En el lugar del ataque quedó un socavón de dos metros de diámetro y un metro de profundidad.
En las últimas 24 horas se produjo otra emboscada rebelde en la calle Zhukovskovo de la capital chechena, con tres militares y cuatro civiles heridos.
Por otra parte, el jefe de la Administración chechena pro rusa, Ahmed Kadírov, comentó una carta enviada por los rebeldes a los líderes de los siete países más industrializados y Rusia que se reúnen en Génova.
Kadírov rechazó cualquier diálogo con Aslán Masjádov, presidente de Chechenia antes de que se desatara la actual guerra.
"Masjádov ha perdido el derecho de hablar en nombre del pueblo chechén" pues "vendió y traicionó a su gente" y "fue por su culpa que empezó este nuevo conflicto", explicó.
Kadíorv señaló que si el Ejército ruso se retira de Chechenia "empezará un nuevo Afganistán en esta república".
Estas palabras las profirió después de acudir al Kremlin, en Moscú, y contrastaron con sus recientes críticas a los excesos cometidos por tropas rusas en Chechenia.
"La población se ha convertido en el nuevo blanco de los soldados rusos", dijo entonces Kadírov, a la que vez que denunciaba a las tropas federales por torturar, golpear y saquear a los civiles chechenes durante sus llamadas "operaciones de limpieza".