LA HABANA- Un grupo de ocho legisladores del Parlamento Europeo culminó el viernes una visita tres días a Cuba, manifestando que constató en la isla cambios económicos que carecen de paralelos en el ámbito político.
Los delegados, que comenzaron su agenda de entrevistas el miércoles, dejaron además entrever las divisiones de los miembros de la Unión Europea (UE) en cuanto a cuál debe ser su postura hacia Cuba.
El grupo, encabezado por el legislador demócrata cristiano José Manuel García-Margallo, de España, se entrevistó con el presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, así como con el secretario ejecutivo del consejo de ministros, Carlos Lage, principal planificador económico de la isla. También sostuvieron encuentros con un grupo de opositores, y organizaciones no gubernamentales europeas con actividades en Cuba, así como con los embajadores de la UE en la isla.
Si bien se han constatado cambios en el terreno económico, dijo García-Margallo en conferencia de prensa, "en términos políticos la evolución no es paralela, no ha sufrido cambios importantes".
"No constatamos cambios...en lo que es el régimen político", agregó el español, asegurando que Cuba seguía siendo un sistema unipartidista, donde se aplicaba la pena de muerte y existían presos políticos.
Los legisladores, que regresan el domingo a Bruselas, sede del Parlamento Europeo, destacaron que en cambio en el plano económico se notaba un fortalecimiento del turismo como motor de crecimiento, mayores inversiones extranjeras, así como la aplicación de prácticas como el pago de estímulos en divisas para trabajadores de mayor rendimiento.
Los mayores inversionistas privados en la isla son grupos europeos, de España, Italia y Francia, mientras es de Europa desde donde arriban cada año cientos de miles de turistas.
Los 15 miembros de la Unión Europea ratificaron hace un mes su postura hacia la isla: estimular un proceso de transición en Cuba hacia un sistema pluralista. Tal posición debe ser revisada cada seis meses.
"La Unión Europea debería terminar definitivamente con esa posición hipócrita", dijo el legislador alemán, Wolfgang Kreissl-Dorfler, refiriéndose que mientras Europa reclamaba cambios políticos a Cuba, mantenía acuerdos con naciones de trayectoria democrática cuestionable.
La UE "debe sentar (hacia Cuba) una política independiente de Estados Unidos", agregó el socialista germano.