MINSK, Bielorrusia.- Un tribunal militar bielorruso condenó hoy, sábado, a siete años de prisión al ciudadano alemán Christopher Letz, quien había sido acusado de ser un espía y de crear redes de espionaje en Bielorrusia.
Letz fue arrestado el 15 de septiembre de 2000 en Moscú, desde donde fue entregado a las autoridades de Minsk, que le acusaron de "coordinar las actividades de agentes reclutados por servicios de inteligencia extranjeros".
El 10 de julio comenzó a puerta cerrada el juicio del ciudadano alemán, cuya detención fue utilizada por el Presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, para denunciar la intromisión de países de la OTAN en la vida política del país.
Sin embargo, la oposición perseguida en Bielorrusia ha acusado a Lukashenko de utilizar la "paranoia de los espías" para desviar la atención del país del autoritarismo que caracteriza el mandato del líder bielorruso.
Letz cumplirá esa sentencia en una prisión de alta seguridad pero mientras entra en vigor la condena permanecerá en un centro de confinamiento del Comité de Seguridad Estatal (el KGB bielorruso).
Allí han sido reclamadas las pruebas que obraron ante el tribunal militar que condenó a Letz, entre ellas dos pequeñas palas, un saco de dormir, cuadernos de notas, cámaras y un ordenador personal.
Según la fiscalía estatal, Letz recogió datos "sobre todos los aspectos de la vida bielorrusa" y espió contra este país durante cinco años, tiempo durante el cual estuvo ya bajo vigilancia del KGB.
Los servicios secretos bielorrusos han anunciado que pronto podrán tener un nuevo caso de espía occidental, pues otro ciudadano extranjero "ya está siendo investigado".
