GENOVA, Italia.- Al concluir la cumbre del Grupo de los Ocho, plagada por protestas y la falta de consenso sobre el recalentamiento global, los Presidentes de Estados Unidos y Rusia anunciaron sorpresivamente un plan para vincular el plan de un escudo antimisiles estadounidense con negociaciones para la reducción del arsenal nuclear.
Los líderes del G-8 no mencionaron el asunto en la declaración final conjunta de la cumbre de tres días, pero George W. Bush y Vladimir Putin luego sostuvieron su propio encuentro separado y anunciaron la sorpresiva decisión.
El tema del escudo antimisiles ha dividido a los países europeos y ha despertado tensiones entre Estados Unidos y Rusia, que había señalado que el plan violaría el Tratado de Misiles Antibalísticos de 1972.
Los líderes del G-8 -- los siete países más industrializados del mundo más Rusia -- se comprometieron a seguir adelante con sus reuniones anuales, iniciadas hace tres décadas, a pesar de los enfrentamientos de este año entre la policía y grupos opuestos a la globalización, que provocaron la muerte de uno de los manifestantes.
Los líderes de las potencias mundiales no reflejaron en su declaración final sus diferencias sobre el Protocolo de Kioto, acuerdo sobre recalentamiento global al que Estados Unidos se opone y que el resto de los países trata de implementar.
Bush y Putin se reunieron en el Palazzo Doria Spinola, que data del siglo XVI, se dieron la mano y se dejaron fotografiar, y Bush pasó el brazo por los hombros de Putin.
En conferencia de prensa, el primer ministro canadiense Jean Chretien, quien será el anfitrión de la cumbre del año entrante, dijo que se llevará a cabo en Kananaskis, un remoto sitio vacacional en las montañas canadienses, a una hora de Calgary, Alberta.
Pero Estados Unidos continúo sin ceder en su punto de que el actual acuerdo, el Protocolo de Kioto, de 1997, podría afectar la economía estadounidense al obligar a las empresas de ese país a reducir demasiado sus emisiones de dióxido de carbono y otros gases que parecen causar el calentamiento global de la atmósfera.
Otros países insisten en que presionarán para la implementación del tratado. Algunas delegaciones tenían la impresión de que Estados Unidos podría presentar un plan alternativo durante la conferencia de la ONU en octubre, que tratará el tema, pero el vocero de la Casa Blanca Ari Fleischer dijo que no tendrían listo un plan para esa fecha.
Además de programar su próxima reunión en un sitio alejado, los líderes prometieron reducir sus delegaciones a unas 30 o 35 personas de cada país, en comparación con cientos que llegaron a Génova, y volver al formato original de las cumbres, en que los líderes se reunían para discutir libremente los problemas globales.
"Es necesario volver al espíritu inicial de estas cumbres", dijo el Presidente francés Jacques Chirac.
Los líderes coincidieron en que las reuniones anuales sirven para coordinar políticas económicas y buscar soluciones para la pobreza global.
La declaración del grupo se refiere al tema general de la reunión, la lucha contra la pobreza, y los líderes se comprometieron a reducir las barreras comerciales para las naciones pobres y estudiar maneras de combatir la pobreza en el Africa subsahariana.
El Grupo de los Ocho está integrado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Canadá y Rusia.