SKOPJE.- La crisis política en Macedonia se agudizó hoy con el asedio de rebeldes albaneses étnicos en Tetovo, que les permitió acercarse a pocos cientos de metros del centro de la ciudad.
La ofensiva, que dejó un muerto y nueve heridos, todos civiles, hace peligrar la reanudación de las conversaciones de paz entre el gobierno de Skopje y los líderes albaneses auspiciadas por Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Los rebeldes ocuparon el estadio deportivo de Tetovo, a apenas 50 metros del cuartel local de policía, según testigos presenciales. También habrían tomado una estación de servicio.
Las fuerzas de seguridad y los rebeldes continúan combatiendo en las laderas de la región de Sara, donde los insurgentes expulsaron a los habitantes macedonios de varios pueblos y se disponen a construir trincheras y búnkers, aseguró el Ministerio macedonio de Defensa.
Según el ministerio, los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (UCK, de origen albanés) han quebrado el alto el fuego ya unas 42 veces y causado heridas a tres soldados.
Mientras tanto, en Skopje continúan los esfuerzos por alcanzar una solución política al conflicto. El presidente macedonio, Boris Trajkovski, se reunió con los mediadiores de la UE y Estados Unidos, Francois Leotard y James Pardew, respectivamente.
Más tarde se llevarán a cabo reuniones separadas de líderes políticos macedonios y albaneses étnicos para analizar los cambios constitucionales propuestos por expertos internacionales.
El objetivo de las modificaciones a la Carta Magna es aumentar la autonomía política de los albaneses étnicos que viven en Macedonia, principal reclamo de esta minoría. El gobierno macedonio supedita la aceptación de los cambios al desarme del UCK.
Los nuevos combates provocaron una nueva oleada de refugiados desde los pueblos alrededor de Tetovo hacia la ciudad. Según la Cruz Roja macedonia, 9.876 personas fueron alojadas hasta hoy en campamentos o casas de familiares.