COLOMBO.- Catorce rebeldes tamiles y ocho soldados de la Fuerza Aérea de Sri Lanka murieron durante un ataque lanzado en la madrugada de hoy por los insurgentes separatistas contra el aeropuerto internacional de Colombo y una base aérea adyacente, informaron este martes fuentes militares.
El Ejército de Sri Lanka aseguró que hacia el mediodía había recuperado el control de las instalaciones atacadas por los rebeldes de la organización Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE). El ataque también dejó 17 heridos, entre ellos cinco civiles, ninguno de ellos turista.
Según las fuentes militares, 16 aviones y helicópteros -ocho de ellos militares- resultaron dañados durante el ataque al aeropuerto, situado a 23 kilómetros al norte de Colombo. Las naves comerciales afectadas pertenecen a la compañía "SriLankan Airlines", que anunció que algunos vuelos tendrían que ser cancelados a causa de los desperfectos.
Todos los pasajeros que estaban esperando sus vuelos en el aeropuerto internacional "Bandaranaika" fueron evacuados y trasladados a hoteles. Algunos turistas dijeron haber oído cómo las balas impactaron cerca del lugar donde se encontraban. Otros bajaron corriendo de los aviones para buscar refugio en medio del tiroteo.
El aeropuerto internacional fue clausurado y numerosos aviones que tenían como destino Colombo fueron desviados hacia la India y Dubai. Se teme que el ataque al aeropuerto internacional de Colombo afecte gravemente al sector turístico de Sri Lanka, una de las principales fuentes de divisas de la isla, situada al sureste de la India.
Hasta ahora, los tamiles nunca habían atacado directamente a los turistas, y las playas del suroeste eran consideradas seguras.
En el ataque a la base aérea participaron, según estimaciones, una veintena de rebeldes tamiles, entre ellos diez comandos suicida, quienes detonaron bombas adosadas a sus cuerpos tras colocarse en lugares estratégicos dentro de la base.
Los rebeldes, que también estaban armados con lanzagranadas, dispararon más tarde contra un hangar en el que se encontraban estacionadas las naves de "SriLankan Airlines".
El ministro de la Vivienda, Mangala Samaraweera, estimó que el ataque fue una acción de represalia de los tamiles por la ofensiva lanzada por las tropas gubernamentales contra objetivos del LTTE en la península de Jaffna, en el norte del país.
Entre tanto, la Fuerza Aérea de Sri Lanka inició ataques de represalia por el incidente. Aviones de combate bombardearon posiciones del LTTE cerca de Mullaitivu, en el noreste del país.
La Presidenta, Chandrika Kumaratunga, convocó tras el ataque una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Sri Lanka y ordenó reforzar las medidas de seguridad en Colombo.
El LTTE lucha desde 1983 por la creación de un Estado independiente para la minoría tamil en el norte y este de Sri Lanka (antigua Ceilán). Se calcula que más de 68.000 personas han muerto durante este conflicto armado interno.
Noruega, designada mediadora internacional, intenta desde hace meses, sin éxito, llevar al gobierno de Colombo y al LTTE a la mesa de negociaciones.