NUEVA YORK.- Un hombre condenado a prisión en 1988 por asesinato fue dejado en libertad este martes, ocho días después de que un sacerdote declarase que otra persona había confesado la autoría del crimen.
El juez federal Denny Chin sobreseyó el veredicto de culpabilidad de José Morales y le dejó en libertad en espera de la aprobación final por un tribunal de apelaciones. "Me siento bien", declaró Morales al salir del tribunal.
Morales, de 31 años, fue condenado en 1988 por la paliza y el acuchillamiento de José Antonio Rivera en el Bronx, en la ciudad de Nueva York. En una audiencia la semana pasada en un tribunal federal de apelaciones, el sacerdote Joseph Towle testificó que otro pandillero del barrio, Jesús Fornés, le había dicho en 1989 que él y otras dos personas eran responsables del asesinato, no Morales.
Si la declaración de Fornés a Towle hubiese sido revelada en el juicio, "es difícil imaginar que un jurado razonable hubiese declarado a Morales culpable más allá de cualquier duda razonable", escribió Chin en una decisión de 57 páginas.
Towle declaró que había mantenido silencio porque consideraba la confesión de Fornés algo confidencial. Pero más tarde se preguntó si era una confesión sacramental, según los cánones católicos. Llegó a la conclusión que no era así, pese a que absolvió a Fornés por su pecado. Fornés falleció más tarde.
"He hecho lo que él hubiese querido que yo hiciese", indicó Towle una vez que Morales fue dejado en libertad. Los fiscales habían pedido al juez que negase la fianza a Morales, argumentando que las declaraciones de Fornés a Towle no eran confiables.
Pero el juez expresó su desacuerdo, diciendo: "¿Por qué le va a mentir a un sacerdote? ... No tiene sentido", dijo Chin. El coacusado con Morales, Rubén Montalvo -también en prisión por los últimos 12 años- tampoco cometió el crimen, de acuerdo con Fornés, pero la apelación concernía solamente a Morales. Chin dijo que también dejaría libertad a Montalvo, una vez sus abogados hayan presentado su apelación.
