BARCELONA.- Una fuerte explosión destrozó la madrugada del viernes una sucursal bancaria de La Caixa, en el centro de Barcelona (noreste), provocando tres heridos leves, informaron fuentes policiales.
La deflagración se registró pasadas las 02:30 horas locales (00:30 horas GMT) en las cercanías de la Plaza Cataluña, frente a las oficinas del matutino catalán "La Vanguardia", que no sufrió daño alguno.
"Hemos sentido y oído la detonación, pero afortunadamente no nos ha afectado en ningún modo", afirmó un responsable del periódico.
La policía procedió a una rápida e infructuosa búsqueda de otros explosivos en el mismo edificio afectado. Hora y media más tarde procedía a levantar el acordonamiento que había instalado en esta zona plagada de sucursales bancarias, hoteles y comercios.
Según las primeras versiones policiales, el artefacto explosivo había sido instalado junto a los escaparates de la sucursal bancaria de La Caixa situada entre las céntricas calles Balmes y Pelayo, junto a las Ramblas, zona habitualmente muy concurrida hasta altas horas de la madrugada.
Tres personas, al menos, resultaron con heridas leves -una mujer y dos jóvenes- por cortes provocados por la rotura de cristales, indicaron fuentes de la policía nacional.
Este atentado se produjo al día siguiente del descubrimiento de un coche-bomba, que no alcanzó a estallar, instalado por la organización separatista vasca ETA en el aeropuerto de Málaga (Andalucía, sur de España) y tres días después de la muerte de una joven etarra en un piso del balneario alicantino de Torrevieja (sudeste), cuando manipulada explosivos destinados a un atentado.
Dos llamadas telefónicas en nombre de ETA a los bomberos y a los servicios de ayuda en carretera habían alertado de madrugada de la presencia de un coche-bomba en el aparcamiento subterráneo del aeropuerto internacional de Málaga, en la Costa del Sol (sur).
El coche, un Peugeot 405 robado, contenía entre 50 y 60 Kg. de explosivos, indicó la policía y precisó que, seguramente debido a un fallo en el mecanismo de detonación, la bomba no estalló antes de que los expertos desactivaran la carga.
Alertar a las autoridades y hacer explotar una bomba mientras la policía evacua la zona amenazada es una táctica habitual de ETA para evitar herir a los "civiles" y atacar a los miembros de las fuerzas de seguridad, recordaron las fuentes.
El coche-bomba perturbó varias horas el tráfico aéreo en Málaga.
El mismo jueves, la Guardia Civil descubría en San Sebastián (País Vasco, norte) una serie de armas y explosivos en el domicilio familiar de un presunto miembro de ETA, un joven veinteañero que huyó tras la muerte de su compañera, el martes pasado en Torrevieja.
La noche del miércoles al jueves había sido escenario de una coordinada serie de violentos ataques con cócteles Molotov en el País Vasco. Grupos de encapuchados atacaron un cuartel de la Guardia Civil de Ondarroa, un cajero automático en Oyarzún y la sucursal del Banco Guipuzcoano en Pasaia.
Estos ataques urbanos ("kale borroka" en vasco), atribuidos habitualmente a jóvenes simpatizantes de ETA, como "homenajes" a etarras muertos, causaron escasos daños materiales, informaron fuentes policiales.