MOSCU.- Rusia negó este martes versiones según las cuales puso a prueba en secreto un misil de largo alcance, y que suscitaron temores en Estados Unidos de que Moscú intenta crear la manera de frustrar el plan estadounidense de erigir un sistema de defensa antimisiles.
"No hemos tenido lanzamientos de misiles experimentales hace dos semanas, y realizarlos secretamente es imposible: Estados Unidos controla de manera continua tales lanzamientos a través de satélites y otros medios", apuntó el portavoz de las Fuerzas Estratégicas de Misiles rusos.
Un vocero del Ministerio de Defensa ruso señaló que no tenía información sobre lanzamiento alguno efectuado hace dos semanas, pero se negó a decir cuándo Rusia realizó pruebas similares la última vez.
El periódico "Washington Times" informó ayer lunes que un misil "SS-25" fue lanzado desde el centro de Rusia hace dos semanas y alcanzó su objetivo en el lejano oriente ruso. Funcionarios estadounidenses señalaron que las pruebas se habían llevado a cabo, pero no ofrecieron detalles.
El gobierno del Presidente George W. Bush estudia si el misil tomó una ruta inusual o si llevaba nueva tecnología diseñada para superar los planes de defensa de misiles de Estados Unidos.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Ivanov, desmintió el martes las sugerencias de que Rusia está dispuesta a hacer cambios al tratado antibalístico de 1972 para permitirle a Estados Unidos desarrollar su escudo antimisiles, informó la agencia noticiosa Interfax.
Washington insiste en que su programa sólo busca defenderse contra ataques nucleares de estados erráticos como Corea del Norte e Irak, no a poderes nucleares como Rusia. Sin embargo, Moscú se muestra escéptico y se opone a los planes estadounidenses.
Los funcionarios rusos advierten que si Estados Unidos se retira del tratado de 1972, Moscú podría equipar misiles de una sola ojiva con varias ojivas, o considerar nulos otros tratados sobre control de armas.
El plan de escudos antimisiles de Bush es sumamente controversial. Muchos críticos opinan que el sistema nunca funcionará a la perfección, y denuncian que violaría un tratado internacional con el cual Estados Unidos está comprometido y alienaría a países como Rusia, China y varios en Europa.
Algunos críticos opinan que se trata de un plan para favorecer a las grandes empresas privadas de aeronáutica y armamentos, que suelen dar cuantiosos aportes monetarios a las campañas políticas.
Bush rechaza las acusaciones y afirma que sólo desea erigir un escudo para evitar ataques de países como Irán, Irak o Corea del Norte.