LA HABANA.- Un aprendiz de piloto que dijo estar demasiado asustado para aterrizar en su primer vuelo solo, en solitario, desvió el martes su avioneta de un aeropuerto en los Cayos de la Florida y se dirigió al sur de Cuba, donde se estrelló al realizar un aterrizaje de emergencia.
Después de aterrizar con su avioneta, un Cessna 172, en las costas rocosas de las afueras de La Habana, el piloto, única persona a bordo, logró salir con vida del aparato y fue llevado por la policía, según testigos.
La avioneta quedó completamente volcada sobre la costa.
Un gerente de la escuela de aviación estadounidense Paradise Aviation, de Marathon, identificó al piloto como John Reese, un hombre de unos 50 años de edad que llevaba tomando clases unas dos semanas.
La vicepresidenta de la escuela, Ute Steigerwald, dijo a Reuters que desconocían completamente los motivos de esta acción.
El vuelo del martes por la tarde sería el primer vuelo solo de Reese si se trataba en realidad de un piloto novato, señaló Steigerwald.
"Dijo que no podía aterrizar, que tenía miedo. El instructor habló con él; luego se volvió hacia el océano y no regresó... Parecía que sabía lo que estaba haciendo".
Una vez que se dirigió hacia el sur, el piloto no volvió a responder las llamadas por la radio.
Las costas cubanas están a unos 160 kilómetros de los cayos de La Florida.
Antes de aterrizar, el avión voló muy bajo sobre el mar y cuando tocó tierra una rueda se reventó y el aparato se volcó, dijeron testigos.
"Tuvo suerte, porque estaba yendo muy cerca del mar antes de aterrizar", dijo Fabián Alejandro Molina, que vio la maniobra.
El Departamento de Estado norteamericano confirmó el incidente y a la Sección de Intereses de Estados Unidos se le había pedido que siguiera el tema con las autoridades cubanas, que por el momento no han informado sobre el incidente.
Aunque varios aviones han sido secuestrados a Cuba desde la revolución de 1959, en los últimos años el tráfico de secuestros aéreos ha ocurrido en sentido contrario, con naves que trataban de llegar a Estados Unidos.
En el último caso, en septiembre del 2000, un grupo de 10 cubanos que querían llegar a Estados Unidos secuestró una avioneta empleada para fumigar que acabó estrellándose en el Golfo de México.
Los nueve sobrevivientes fueron recogidos por un carguero y llevados a Estados Unidos.