TOKIO.- El gobernador de Okinawa dijo el viernes que la furia contra los crímenes cometidos por personal militar norteamericano es como lava "a punto de entrar en erupción", y exigió la reducción de las bases de Estados Unidos en la isla, situada al sur de Japón.
La oposición contra la fuerte presencia militar norteamericana se acrecentó a fines de junio, cuando un sargento de la fuerza aérea de Estados Unidos fue acusado de violar a una mujer.
El presunto rapto se registró luego de una serie de crímenes cometidos por efectivos militares norteamericanos que han aumentado la tensión entre tropas de Estados Unidos y habitantes de Okinawa.
"La lava de la furia de los habitantes de Okinawa está a punto de entrar en erupción tras una serie de incidentes y accidentes", dijo el gobernador Keiichi Inamine en declaraciones a la prensa. "No quiero imaginar qué ocurrirá si la lava entra en erupción". Inamine exigió el desmantelamiento de algunas de las bases.
Okinawa es una isla situada a unos 1.600 kilómetros al suroeste de Tokio. Aquí viven más de la mitad de los 47.000 efectivos militares estadounidenses acantonados en Japón. Las bases ocupan alrededor del 20 % de la tierra de la isla.