BUENOS AIRES.- El presidente de Argentina, Fernando De la Rúa, restó hoy importancia a un reciente informe parlamentario sobre lavado de dinero y otros delitos de corrupción que incrimina a miembros de su Gobierno y de la anterior administración.
"Tengo la impresión de que le faltan precisiones", indicó en declaraciones a la prensa en la ciudad de Córdoba, a 800 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, al referirse al voluminoso trabajo dado a conocer el viernes por legisladores argentinos.
De la Rúa sostuvo que "no hay" funcionarios de su Gobierno involucrados y fundamentó su afirmación al decir que "una cosa es que se los mencione y otra muy distinta es que estén realmente comprometidos" en actos delictivos.
El Jefe de Estado se excusó de responder otras preguntas referidas al informe que presentó la vehemente diputada nacional Elisa Carrió, quien hace cuatro meses renunció a la bancada parlamentaria del partido Unión Cívica Radical, el socio mayor en la gobernante Alianza.
La legisladora preside una comisión en la Cámara de Diputados que, en base a documentación de un subcomité del Senado de Estados Unidos sobre lavado de dinero del narcotráfico, elaboró un informe preliminar de 1.500 hojas sobre casos de corrupción gubernamental en Argentina.
Carrió dio a conocer ese trabajo, pese a que no logró el respaldo de todos los miembros de ese grupo parlamentario, en una tumultuosa y extensa rueda de prensa en uno de los salones del centenario y lujoso edificio del Parlamento argentino.
El informe incrimina a bancos y empresas locales e internacionales como responsables de evasión de impuestos, lavado de dinero de organizaciones criminales, contrabando y sobornos a funcionarios durante el proceso de privatizaciones de la década pasada, cuando Argentina era presidida por Carlos Menem.
También menciona, como presuntos partícipes en esos ilícitos, al ex secretario general de la presidencia de la Nación Alberto Kohan, quien desempeñó ese cargo durante la administración de Menem, al actual Jefe del Gabinete de Ministros, Chrystian Colombo, y al ministro y viceministro de Economía, Domingo Cavallo y Daniel Marx, respectivamente.
Carrió no ahorró calificativos, durante un encendido discurso al abrir la conferencia de prensa, y llegó a tildar al ministro Cavallo de "delincuente".
En el informe también se involucra al ex presidente del Banco Central (emisor) Pedro Pou y a los senadores del opositor partido peronista Eduardo Menem, hermano del antecesor de De la Rúa, y Omar Vaquir, designado esta semana como embajador en Kuwait.
Diputados de diversos partidos elogiaron hoy el trabajo hecho por la comisión parlamentaria, pero reprocharon que se haya difundido sin tener el aval de todos los integrantes de ese cuerpo investigador.
El controvertido trabajo fue firmado por Carrió y por los diputados Gustavo Gutiérrez, del conservador partido Demócrata, y por Graciela Ocaña y José Vitar, del centroizquierdista Frente Grande, el socio menor en la Alianza.
En cambio, no lo suscribieron Horacio Pernasetti y Margarita Stolbizer, de la Unión Cívica Radical; Cristina Kirchner, Luis Soria y Daniel Scioli, del opositor partido Justicialista, y Franco Caviglia, de Acción por la República, la agrupación que fundó y lidera el ministro Cavallo.
El trabajo, de 14 capítulos, vincula diversas operaciones de lavado de dinero con resonantes causas judiciales, como IBM-Banco Nación, la denominada mafia del oro, el atentado terrorista de 1984 contra la mutual judía AMIA, que causó 86 muertos y unos 250 heridos, y el contrabando de armas a Ecuador y Croacia, caso por el cual cumple arresto domiciliario el ex presidente Menem.
También se refiere a controvertidas personalidades como el banquero saudí Gaith Pharaon; el ex jefe del Gobierno panameño Eduardo Noriega; el traficante de armas sirio Monser Al Kassar; el empresario Emir Yoma, ex cuñado de Menem, y el banquero argentino Raúl Moneta.
Entre las entidades privadas mencionadas figuran el Citibank, CEI-Citicorp, Siemens, los bancos Macro, República y Mercurio y la transportadora de caudales Juncadella.