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Irlanda del Norte tiene un mes y medio para salvar acuerdo de paz

El ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, dijo hoy que el acuerdo final está "a nuestro alcance", e hizo un llamado a unionistas protestantes y republicanos católicos a aprovechar las próximas seis semanas para "acabar con el problema más viejo de la historia británica e irlandesa".

12 de Agosto de 2001 | 12:53 | AFP
BELFAST.- Protestantes y católicos tienen un nuevo plazo de seis semanas, luego de la breve suspensión de las instituciones norirlandesas, para intentar superar sus divergencias y dar una posibilidad más al histórico acuerdo de paz que firmaron en 1998.

El ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, se mostró resueltamente optimista el domingo. El acuerdo final está "a nuestro alcance", aseguró, haciendo un llamamiento a unionistas protestantes y republicanos católicos a aprovechar las próximas seis semanas para "acabar con el problema más viejo de la historia británica e irlandesa".

Sin embargo, esta astucia, que permite ganar un mes y medio suspendiendo las instituciones durante sólo un día, del viernes a medianoche (23H00 GMT) al sábado a medianoche, es un arma de doble filo.

Londres espera que este plazo permita al Ejército Republicano Irlandés (IRA) comenzar a neutralizar su arsenal "de modo completo y verificable", tal y como se comprometió a hacer la semana pasada.

El general canadiense John De Chastelain, que dirige la Comisión encargada de supervisar el desarme de las milicias paramilitares, se dijo "satisfecho" por las medidas de desarme propuestas por la milicia, sin convencer a los unionistas, que quieren pruebas y un calendario.

El jefe unionista David Trimble reiteró que no aceptaría volver a ser primer ministro de la provincia, puesto del que dimitió a principios de julio, hasta que el IRA no realice gestos concretos.

Pero la supensión -por segunda vez en 18 meses- de la asamblea y del gobierno semi-autónomo nacidos de los acuerdos de 1998, ha provocado el enfado del campo republicano, que la califica de traición y acusa a Londres de ceder de nuevo ante los unionistas.

El número dos del Sinn Fein, brazo político del IRA, relanzó el domingo el temor a represalias de la milicia clandestina.

La intransigencia de los unionistas y la suspensión de las instituciones, explicó Martin McGuinness, han creado una "grave situación" y quizás "han comprometido los importantes progresos registrados la semana pasada".

El IRA podría decidir la ruptura de los contactos con la Comisión del general De Chastelain, complicando aún más la tarea de Londres y Dublín.

Para apaciguar a la comunidad católica y a sus representantes, Reid pasó todo el fin de semana minimizando el alcance de la suspensión de la asamblea, durante 24 horas un sábado en pleno mes de agosto en el que no se celebran sesiones.

Un simple medio de "dar una oportunidad a la paz y de ganar tiempo", dijo, al tiempo que pedía al IRA, en tregua desde 1997, que conserve la sangre fría.

En este contexto, por lo menos incierto, el rumbo que cobrarán las negociaciones a su reanudación a finales de agosto -los principales negociadores se fueron de vacaciones- es una incógnita.

El gobierno hará público la semana que viene su proyecto de aplicación de la reforma de la policía en Irlanda del Norte, muy esperado tanto por el Sinn Fein como por los católicos moderados del SDLP.

En caso de acuerdo en esta cuestión crucial, y si el IRA realiza algún gesto hacia los protestantes iniciando su desarme, los unionistas podrían aceptar sentarse de nuevo al lado de los representantes del Sinn Fein.

Sin embargo, en caso de fracaso de las próximas conversaciones, John Reid difícilmente podrá recurrir una vez más a la pirueta jurídica de una suspensión "táctica".

Al preguntársele por esta posibilidad, Reid consideró que "sería más inteligente aprovechar el periodo que se inicia para no volver a encontrarse en esa situación".
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