BUENOS AIRES.- El Presidente de Argentina, Fernando De la Rúa, pidió hoy a la prensa que no cree expectativas sobre los posibles acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permitan al país enfrentar la crisis por la que atraviesa.
"Es injustificado crear expectativas de que el viernes, el sábado, el domingo o el lunes se iban a hacer anuncios" sobre los resultados de la misión enviada a Washington para negociar con el FMI, indicó el mandatario.
En declaraciones a la prensa, De la Rúa dijo que los negociadores argentinos "están trabajando e informando, que es lo que corresponde en el proceder serio de un país serio".
La misión argentina ante el FMI, que encabeza el viceministro de Economía, Daniel Marx, lleva en Washington tres días de maratonianas negociaciones con el objetivo de acceder a un préstamo adicional de, al menos, 6.000 millones de dólares.
Esa suma permitiría al Gobierno afrontar los compromisos de la deuda pública previstos para este segundo semestre y reforzar su polémico plan de "déficit cero", por el que se pretende, mediante el recorte de los salarios de los funcionarios y de las pensiones, equilibrar las cuentas públicas.
La misión ante el FMI, de la que también forman parte el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, y el vicepresidente del Banco Central, Mario Blejer, debía haber concluido las conversaciones el sábado, pero se ha quedado en Washington para "encarar un proceso que va más allá del programa" en marcha, admitió Marx.
Según las primeras informaciones oficiales, los funcionarios argentinos viajaron a la capital estadounidense con el objetivo de que el FMI adelante este mes los 1.200 millones de dólares pactados para septiembre.
Pero ya en Washington se anunció que también se negociaba una partida adicional hasta completar los 6.000 millones de dólares.
El argumento de Argentina para conseguir una ayuda adicional del FMI es que el país ha puesto en marcha un duro ajuste fiscal que debe ser premiado por las instituciones multilaterales, que también puede incluir al Banco Interamericano de Desarrollo y al Banco Mundial.
El Gobierno argentino aspira a esta nueva asistencia del FMI apenas ocho meses después de conseguir un "blindaje" financiero de 40.000 millones de dólares, porque la situación económica se ha deteriorado y hay miedo entre los inversores a que se produzca una crisis de liquidez por la retirada de depósitos de los bancos.
El objetivo es conseguir un acuerdo similar al que hace una semana logró Brasil, el país más afectado por la crisis argentina y que recibirá en septiembre 15.000 millones de dólares del FMI como medida preventiva.